Siempre pasa lo mismo, alguien se va y alguien se queda, ése es el dilema que la compañía Tropa Teatro Artefactos expone en Quemar las naves, ensayo escénico que combina el teatro, el circo, la danza y la música, entorno a las despedidas.

Esta obra, en su segunda temporada, se presenta en el Auditorio Esperanza Cabrera (en Juárez 9, esquina Pino Suárez) este jueves y luego todos los jueves y viernes hasta el próximo 22 de marzo.

El proyecto surgió en 2011, cuando la compañía convocó al joven filósofo y dramaturgo Imanol Martínez y al director de teatro Jean Paul Cartsense, para desarrollar un espectáculo de peripecias humanas, en el que se hablara sobre las despedidas como un tema universal.

Después de un año de trabajo y con el apoyo del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes a través del Programa APOYARTE 2011, se estrenó la primera temporada con buena respuesta del público, “la gente entendía el tema muy bien, lo interpretaba porque es muy universal, en un sólo día podemos pensar en todas las cosas que ya dejamos, y así en la vida entera “, comentan.

En esta segunda temporada de Quemar las naves, la obra sufrió varias adaptaciones, la primera fue el realizar el montaje en el Auditorio Esperanza Cabrera ya que anteriormente estaban en el Teatro de Cámara de Bellas Artes y, segunda, porque 15 días antes del reestreno la actriz principal sufrió un incidente.

“Antes de terminar de adaptarlo sufre el accidente nuestra compañera y obliga al director a rediseñar el concepto, basándonos en lo que teníamos y se dio un giro del espectáculo”, explicó Roberto Ramírez, quien además de actuar en la obra, también creó la música original de la puesta en escena.

La obra, con la participación de los actores, músicos, bailares y acróbatas Manuel Puente, Lars Uribe Rodríguez, Luz Zavala, Marlene Torres, Jorge Martinoli, Fernando Carvajal, Valentina Alcocer y Roberto Ramírez, se presenta con un costo general de 100 pesos y descuentos con 50% a estudiantes, maestros y personas de INAPAM, en el Auditorio Esperanza Cabrera los jueves hasta el próximo viernes 22 de marzo.

Antes del incendio

Cuando le propusieron definir las bases dramáticas de Quemar las naves a Imanol Martínez, reconocido por Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (LEGOM) como una de las grandes promesas de la dramaturgia mexicana, dijo que no le gustaban los espectáculos de circo, pero actualmente parece ser el más entusiasmado de este proyecto.

“Ha cambiado toda mi idea, porque ellos ensayan muchas horas, no nada más para el espectáculo sino que es una forma de vida”.

La escritura de la puesta en escena se realizó en un momento en que el filósofo y dramaturgo experimentó la despedida de un amor, “yo tenía una pareja que se fue de viaje al sur del mundo, creo que por eso fue que empecé a escribir para despabilarme de todo ello, sobre dejar a alguien, dejar un sitio, un lugar que pudo haber sido muy feliz y más vale dejarlo antes de que haga más daño”.

Todos los actores de esta obra han sufrido la partida; para Lars Uribe el adiós más significativo de su vida fue cuando se marchó de la casa de su abuela, mientras que el músico y actor Roberto Ramírez recuerda la muerte de su abuelo como una de las despedidas más dolorosas que ha tenido en su vida. “Justamente antes de estrenar esta obra fallece mi abuelo, y me tocó estar cuando se cayó de las escaleras y también cuando dice el doctor: ¿Familiar?, –Yo, –Su abuelo acaba de fallecer. Después sepultarlo, regresar al ensayo e interpretar una muerte, aunque es en un tono de farsa, de clow, pero no deja de ser un fallecimiento y una despedida”, comentó el actor.

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