“Si Maximiliano no hubiera existido, lo hubiera creado Hollywood”, dice Andrés Garrido del Toral sobre aquel hombre que protagonizó el fallido Segundo Imperio en México, ese loco, soñador, hedonista, mal guerrero y estadista que quiso gobernar una tierra ajena.

Fascinado por la historia, especialmente por ese episodio donde Maximiliano de Habsburgo fue sitiado en Querétaro, Garrido del Toral comenzó a gestar, a la edad de nueve años, la idea de la obra que hoy se llama: A 150 años del Sitio de Querétaro y el Triunfo de la República.

“Este es el fruto de mi estudio de Maximiliano en Querétaro, y del Sitio de Querétaro que inicié desde los nueve años, ahorita tengo 54. ¿Qué me marcó a los nueve años? Los 100 años de la muerte de Benito Juárez, y que mi padre, Andrés Garrido Mendoza, me regaló un libro muy raro, ahí nace mi pasión por el tema, además se daba en tercero de primaria la historia de Querétaro, de ahí creció mi amor a esto y nunca lo solté”, platica en entrevista el cronista de la ciudad y del estado de Querétaro.

Con la madurez de un estudioso del tema, una pluma ágil y un estilo propio, se lee esta obra que tendrá su presentación este 27 de junio en la Ciudad de México, en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), organismo que también colaboró en su publicación.

El libro cuenta a detalle los momentos del Sitio de Querétaro y derrumba varios mitos sobre los personajes que vivieron esta historia, algunos pasajes muy íntimos, especialmente de Maximiliano, a quien Garrido del Toral no rinde un homenaje en esta obra, sino muestra tal y como fue, un ser de carne y hueso, un soñador y a la vez un loco.

“La personalidad de Maximiliano la estudio desde el punto de vista psicológico, y soy capaz de determinar que, aunque él era querido por los queretanos, Querétaro no era imperialista, Querétaro era conservador, es diferente, y ¿por qué no era imperialista Querétaro?, porque odiaban a los franceses, los franceses se portaron muy mal con los queretanos, hubo violaciones, robos, despojos; otra de las conclusiones que se ven en el libro es que Querétaro fue tomado no a sangre y fuego por los republicanos, sino por un conjunto de situaciones e inteligencias pactadas, Maximiliano no traicionó a los suyos”.

El cronista describe al emperador como un ser noble, loco, mujeriego, buen geógrafo, buen biólogo, a quien le encantaban los insectos y las flores, las muchachas, los buenos vinos, un hedonista que no tenía voluntad ni espíritu de estadista, pero que no era ningún traidor, ni cobarde, aunque en medio del Sitio y enfermo, pensaba constantemente en la muerte.

“Se sentía solo en este mundo, la mala relación con su hermano el emperador de Austria, el alejamiento de la madre, el desprecio de parte de su padre, le llegaron noticias falsas de que Carlota estaba muerta, y Maximiliano ya quería morirse”.

Para concluir el libro, el cronista consultó más de 100 obras, entre ellas Querétaro: Fin del Segundo Imperio Mexicano, de Konrad Ratz, a quien el mismo Garrido del Toral conoció en persona y describe como el mejor historiador de Maximiliano. Ratz y Guadalupe Ramírez fueron quienes inspiraron al cronista para terminar con su propia obra.

La versión final de la investigación fue propuesta ante la Secretaría de Cultura de Querétaro, institución que preside Paulina Aguado Romero, para su posible publicación, pero hasta la fecha su autor no ha recibido respuesta ni una invitación para presentar el libro en la entidad. “Y yo no sé por qué pasó eso, ellos se lo perdieron”, dice el cronista.

A 150 años del Sitio de Querétaro y el Triunfo de la República se publicó con apoyo del Senado de la República-LXIII Legislatura y el INEHRM. Y tiene un prólogo de Patricia Galeana en donde se destaca que la obra de Andrés Garrido del Total, “a diferencia de otras obras que centran su atención en Maximiliano, Miramón y Mejía, el autor nos presenta a la ciudad y a la población como protagonista de los hechos históricos. Si bien utiliza fuentes históricas de primera mano, el cronista relata también anécdotas y leyendas que nos permiten conocer el imaginario colectivo sobre los acontecimientos”.

Al preguntarle, si luego de tantos años de investigación, ¿todavía quedó algo pendiente sobre este capítulo en la historia? El cronista responde que por el momento no.

“A menos que me encuentre con un documento irrefutable que mate todo esto, y la reescribiría a mis 70 u 80 años; yo aquí fui capaz de relatar cómo fue la estadía de Maximiliano durante los 71 días que duró el Sitio, aunque él llegó antes. En este libro, día por día relato todo lo que sucedió en Querétaro, durante el Sitio de Querétaro, que es la etapa más importante de la historia local, porque en la independencia no hubo sangre en Querétaro, batallas que dejaron más de 10 mil muertos sólo en el Sitio de Querétaro y ¿qué representa el Sitio de Querétaro? Representa la segunda independencia de México, el Triunfo de la República”, agrega el cronista.

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