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¡Vamos a La Casita!

En 1989, la familia Antúnez Torres comenzó a vender en su casa un platillo típico de Guerrero: pozole verde. Poco

Joaquín creció en medio de aquel proyecto familiar y recuerda que al principio vendían sólo los fines de semana. FOTO: Mario Valdés
26/04/2018 |02:06Rocío G. Benítez |
Rocío G. Benítez
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En 1989, la familia Antúnez Torres comenzó a vender en su casa un platillo típico de Guerrero: pozole verde. Poco a poco el lugar ubicado en Jardines de la Hacienda fue ganando clientes y buena fama, tanto, que la gente con gusto decía: “Vamos a la casita del pozole”.

Joaquín creció en medio de aquel proyecto familiar y recuerda que al principio vendían sólo los fines de semana y el negocio ni siquiera tenía un nombre. “Los mismos clientes empezaron a llamarle ‘La Casita’, porque en sí todo empezó ahí en nuestra casa”.

Fue hasta 2005 que “La Casita” de Jardines de la Hacienda deleitó a sus comensales, quienes se resistían a olvidar el sabor de sus platillos típicos. “Mucho tiempo después que cerramos, allá en Jardines, la gente iba a preguntar “¿todavía venden pozole?, ¿cuándo regresan?”.

Desde hace tres años una nueva ‘casita’ abrió en Querétaro, para seguir conquistando con sus tradicionales sabores. La primera ‘Casita’ guerrerense comenzó actividad en la calle de Independencia # 64, y desde hace seis meses hay otra nueva en 5 de Mayo #84, esquina con Altamirano.

Joaquín Antúnez Torres, junto con su esposa Andrea Rebeca Ontiveros, dieron vida a estas dos casitas, que desde su menú hasta el decorado, representan las tradiciones y el sabor de Guerrero.

“Cada vez que voy a Iguala, siento que el tiempo no pasa, se siguen conservando las tradiciones, y aquí en lo que queremos es que la gente viva y disfrute un poco de toda esa tradición”.

El pozole es su platillo estrella, tanto el blanco como el verde; el blanco es un concentrado del jugo de la carne y el maíz, y el verde —el auténtico guerrerense— está elaborado con pepita de calabaza, pero el secreto de ambos está en el maíz conocido como cacahuacintle, que es característico por ser de grano más grande y más blanco.

“La mayoría de los productos son de Iguala, Guerrero, que es de donde yo soy, y de ahí traemos el maíz, que es mucho más grande que el que venden aquí en Querétaro, también traemos la chalupita, esa la compramos en Iguala pero nos la traen de Chilapa, que es donde es más común la chalupita; igual traemos la cecina, la carne enchilada, y por supuesto la Yoli, que es el refresco de Guerrero. Bueno, hasta traemos de allá la pepita de calabaza y el mole lo hago yo, para conservar el sazón de casa”, platica con orgullo Joaquín.

Otras de las delicias que se pueden probar en las dos sucursales, son los tacos ahogados, el platillo se sirve con taquitos dorados en un caldito de salsa verde, acompañados de lechuga y aguacate.

“En las siete zonas de Guerrero los mismos platillos se conocen de manera diferente, en Iguala los conocen como tacos ahogados y a la gente les gusta mucho. También tenemos el aporreadito, que es cecina asada con huevito en salsa de jitomate, muy rico”.

A “La Casita” viene todo mundo, su actual ubicación en el Centro Histórico ha conquistado tanto a queretanos que buscan probar algo nuevo, como turistas nacionales y extranjeros que son atraídos por los platillos típicos y el llamativo decorado del lugar, en donde brillan los colores y lucen motivos de la flora y fauna como el jaguar, característico de la zona de Guerrero.

“Vienen muchos jóvenes, familias, todo mundo, nuestra clientela es muy amplia. Y tenemos muchos extranjeros con gran interés por la comida, a ellos con gusto les platicamos a detalle como se acostumbra la comida en Guerrero. Aquí en el centro es un buen lugar, por eso decidimos abrir los dos locales, porque sí tenemos mucho turismo, en el centro nuestra mayor clientela es el turismo, hasta gente de Guerrero nos visita y la verdad se van muy contentos, porque es difícil encontrar un pozole como el nuestro, también buscan mucho la Yoli, esa no puede faltar”.

Con el éxito de “La Casita” en el Centro Histórico, y la clientela que no olvida su rico pozole, están planeando reabrir “La Casita” en Jardines de la Hacienda, además tienen en proyecto establecer una sede más en San Miguel de Allende, en donde esperan seguir conquistando paladares con ese toque casero, siguiendo al pie de la letra las recetas de la familia y las costumbres típicas de Guerrero.

¡Vamos a La Casita!