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San Cristóbal de las Casas .— Al autor de La región más transparente , Carlos Fuentes, y al premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, les pidieron apoyo para respaldar el lanzamiento de Rojo Amanecer de 1990, película de Jorge Fons sobre el movimiento estudiantil en México y la matanza de 2 de octubre, y ambos se negaron.
"García Márquez dijo: ‘Yo no puedo hacer nada, soy extranjero y no puedo opinar’; y Fuentes ni siquiera quiso leer el guión", contó Héctor Bonilla, quien interpretó y produjo el largometraje.
El dato sobre los dos literatos fue revelado en el marco del Festival Internacional de Cine de San Cristóbal de las Casas, en el homenaje que se realizó al cineasta Jorge Fons.
Rojo amanecer no pasó ilesa por Radio Televisión y Cinematografía (RTC), instancia de la Secretaría de Gobernación. Se cortaron cuatro minutos a la historia original, sobre todo aquellas donde se cita a militares mexicanos.
Héctor Bonilla produjo la película interpretada por María Rojo y los hermanos Demián y Bruno Bichir, con sus ahorros y arriesgando incluso su patrimonio. “Lo bueno es que mi mujer salvó la casa”, declaró.
Fue el actor y productor Valentín Trujillo quien rescató el largometraje y gracias a él llegó a las salas de cine. “Para nosotros era importante llegar a las salas, porque si no iba a pasar como un berrinche universitario”, indicó.
Rojo amanecer, con guión de Xavier Robles, parte de cómo una familia típica de la ciudad de México sufre las consecuencias de la masacre de estudiantes, en su departamento de Tlatelolco, México.
Fue el primer largometraje de ficción que se filmó sobre el movimiento estudiantil y en salas fue un éxito rotundo. “Yo hice Rojo Amanecer porque estaba hasta la madre de la mierda de Televisa”, indicó.
La cinta se filmó en una bodega que no era estudio, empezaron con el dinero de Bonilla hasta que ya no pudieron más. “La ventaja era que el personaje de Bonilla salía muy temprano a trabajar y era cuando aprovechaba para ir a conseguir dinero”, manifestó Fons.
La piratería también confabuló a favor de la película, indicaron el cineasta y el actor.
Para sortear la censura en México, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se hicieron dos copias, las cuales fueron enviadas a Estados Unidos y otra a Cuba, “y esas son las copias que empezaron a circular en la piratería”, contó el actor y productor.
Parte de la leyenda negra de Rojo Amanecer es que el entonces niño actor Ademar Arau, único sobreviviente de la familia en la película, sufrió problemas emocionales “por meterse tanto en las escena”, informó Bonilla y confirmó Fons.
Sin embargo, el actor, hijo del ex integrante de Botellita de Jerez, negó tales afirmaciones a través de su cuenta de Twitter.