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Un siglo sin la huella de un artista

Un siglo sin la huella de un artista
24/01/2013 |01:12
Redacción Querétaro
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Oriundo de Aguascalientes, José Guadalupe Posada fue uno de los caricaturistas y el más grande de los grabadores mexicanos, quien grabó en algunas de sus obras el ambiente de las pulquerías y los banquetes de la época porfiriana.

Posada nace entre el aroma del pan que elaboraba su padre Germán Posada Serna, en un pequeño local de la calle Los Ángeles, en el barrio de San Marcos.

De familia humilde, José Guadalupe Posada creció entre el horno del pan y ayudándole a sus padres a vender casa por casa, experiencia que después fue retratada en sus grabados.

USANZAS DEL PUEBLO

Posada en cada una de sus famosas ilustraciones manejó aspectos fundamentales de la política y económica del país, así como de la vida cotidiana y social de la época del México antiguo.

A través de sus grabados se pudo conocer el ambiente de las pulquerías, donde retrata a los asistentes bailando, el tradicional barril del pulque y a la señora que preparaba las tortillas, para ofrecerlas con salsa molcajeteada, todo esto protagonizado por sus clásicas calaveras.

Entre sus ilustraciones se puede encontrar al aguador por las calles de la ciudad de México, el ambiente de las posadas en el Zócalo capitalino y también dio vida a la cena de los 41 lagartijos en tiempos de Don Porfirio, un banquete preparado por el famoso chef francés Jacques Paire y que el artista José Guadalupe Posada ilustrara con el título Cena del Club de los 41.

El artista también plasmó su obra en cuadernillos dedicados a la gastronomía nacional, como El Dulcero Mexicano, es la portada de libro de 16 páginas, el cual contiene recetas de postres tradicionales mexicanos, que vale la pena conocer.

Su obra es vasta en litografías de ferias, mercados y calles de México, y qué decir de su Catrina que año con año adorna la gran gama de platillos de la cocina mexicana, en las ofrendas.