El predio conocido como "Arboterum Miguel Ángel de Quevedo" será la nueva sede de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), luego de que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) invirtiera 100 millones de pesos en la adquisición de "La Casa de la Palabra", nombre con el que se bautizó al inmueble. Situado en la calle de Francisco Sosa 440, casi esquina con Panzacola, en el Barrio de Coyoacán, (Sur de la ciudad), se trata de un predio de cerca de 11 mil metros, poco más de una hectárea, que en 2013 será el nuevo hogar de académicos, escritores y especialistas dedicados a la preservación, defensa y cultivo del español en México. Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, recordó que el pasado 2 de abril se firmó un contrato mediante el cual la institución a su cargo donó a la Academia la suma de 100 millones de pesos para sufragar los gastos de adquisición del inmueble, de gran riqueza botánica y en el que el ingeniero e investigador mexicano Miguel Ángel de Quevedo (1859-1946) depositó su sabiduría y amor por los árboles. Mencionó que tras una visita a la actual sede AML, preguntó a los miembros de ese espacio dónde se encontraba la biblioteca y al percatarse de que era un lugar insuficiente para los alcances y propósitos de la AML, se llegó al acuerdo para que Francisco Sosa 440, predio de la familia Aguilar Zínser, se convirtiera en la nueva sede de la AML. El predio ubicado en Francisco Sosa 440 (antes 152) es conocido como Arboretum Miguel Ángel de Quevedo, debido a que a finales del siglo XIX fue adquirido por el llamado "Apóstol del Árbol". El ingeniero Quevedo destinó una parte del terreno al Vivero Forestal de Coyoacán, que empezó a conformarse desde la última década del siglo XIX y que donó a la nación, y en la otra parte estableció lo que él mismo llamó Parque Arboretum, un sitio destinado para la producción de árboles a gran escala en México. Ahí asistieron a lo largo de décadas, ya fuera a discusiones y conferencias sobre temas ambientales o bien a fiestas del Día del Árbol, paseos y otras actividades, hombres y mujeres que han contribuido a la causa forestal, como José Ives Limantour, Francisco I. Madero, Álvaro Obregón, José Vasconcelos, Zelia Nuttal, Gabriela Mistral, Lázaro Cárdenas, Jean-Claude Nicolás Forestier y Alberto Lenz, entre otros. La abundancia de árboles que tiene hoy la capital mexicana se debe en importante medida a Miguel Ángel de Quevedo y los experimentos forestales que realizó, con la ayuda de especialistas, en el Parque Arboretum. Por su parte, Jaime Labastida Ochoa, presidente de la AML agradeció el predio y dijo que la primera misión de la institución a su cargo será la de preservar no sólo la palabra sino el patrimonio histórico que alberga el inmueble. Aclaró que los 100 millones de pesos sólo contemplan la adquisición del inmueble, no así el proyecto arquitectónico que se edificará en este lugar. Comentó que previo a la edificación de la nueva sede, esperan los resultados de un estudio botánico realizado en este lugar por el Instituto de Biología de la UNAM, a fin de medir el impacto ecológico y ambiental en la zona. "Sin ese dictamen no podemos avanzar en la secuencia de los restantes permisos. Debemos informar qué es lo que se debe preservar y qué es lo que se puede suprimir de los árboles". "Cuáles son de carácter endémico, cuáles pertenecen a la flora de México, y qué es lo que debemos de hacer, pues nosotros tenemos que conservar por lo menos el 50 por ciento que tiene la vegetación existente", explicó Labastida Ochoa. Tras reconocer la importancia histórica y arquitectónica del Barrio de Coyoacán y del legítimo interés de los vecinos por preservar el entorno arquitectónico, dijo que la AML se comprometerá a respetar escrupulosamente el patrimonio cultural y vecinal del sitio y a cumplir con todas las normas legales que le sean aplicables. Asimismo, garantizó que sus labores seguirán siendo como hasta ahora, principalmente de investigación y de consulta, por lo que la concurrencia diaria a sus instalaciones no será mayor a un promedio de 20 personas. Para los actos públicos esporádicos que en ella se celebren, contará con un mínimo de 140 cajones de estacionamiento permanente, por lo que no incrementará la afluencia habitual de vehículos en esa calle. De igual manera, dijo que la AML ha determinado también fusionar en una sola las fracciones actuales del terreno. De la superficie total, la porción construida no excederá el 45 por ciento y se cuidará la permeabilidad del suelo con el propósito de permitir la filtración de agua para recuperar los mantos acuíferos. Por su parte, Felipe Garrido, integrante de la AML, calificó el lugar de "privilegiado" por la gran cantidad de árboles y plantas exóticas que alberga, entre ellas, los restos de un ahuehuete plantado por el propio Nezahualcóyolt en sus jardines de Texcoco y que fue traído por el propio Miguel Ángel de Quevedo. En su oportunidad, Abisai García Mendoza, del Instituto de Biología de la UNAM, dijo que en el lugar se encuentran 510 árboles, pertenecientes 40 especies, pertenecientes a 28 familias botánicas. Abundo que de ese total (510) 22 especies pertenecen a plantas exóticas, y 18 especies nativas de México. Asimismo, expuso, de las 40 especies, nueve están representadas por 407 ejemplares que representan casi 80 por ciento del total de los árboles y aclaró que sólo son cinco las especies más abundantes, varias de ellas exóticas. Los resultados de este dictamen predio, se entregarán a la AML para que a su vez, haga los trámites correspondientes para la edificación de su nueva sede.

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