Todo comenzó por el costillar de Coyolxauhqui (diosa lunar), escultura de David Manzanares que a través del trueque quedó al resguardo del pintor Víctor López. Y a partir de los fragmentos de la deidad prehispánica, los dos artistas comenzaron un diálogo sobre el cuerpo, sobre la identidad, sobre la vida y la muerte, un diálogo que culminó en la exposición Anatomía del origen que se encuentra en el Museo Regional de Querétaro.

No es la primera vez que estos dos jóvenes creadores comparten espacio, a principios del 2015 presentaron en la Galería Municipal “In Memoriam”, pintura de Víctor López, y “El mito de Sol y Luna”, escultura de David Manzanares, pero en Anatomía del origen ambos trabajaron a la par y sobre un mismo concepto.

Una serie de radiografías pictóricas, que exhiben el cráneo de diversos seres, es lo que Víctor López presenta en el Museo Regional. “Estoy abordando el tema del Mictlan (lugar de los muertos), y en mi obra aparece mucho la figura del cráneo, el cráneo como un reflejo no de la muerte, sino un tributo a la misma vida, el Mictlan es un mundo alterno u otro mundo, en el cual el espíritu traspasa la barrera corporal, entonces la serie habla mucho de la dualidad de la vida y la muerte, la búsqueda de identidad plástica y personal, identidad indígena, identidad prehispánica”, platicó el pintor a EL UNIVERSAL Querétaro.

Víctor y David comparten una amistad y el arte, hacen trueque con sus obras y también comparten una identidad prehispánica. Víctor tiene raíces zapotecas y David es de origen chinanteco, de ahí también su interés por hablar del origen prehispánico.

La obra escultórica de Manzanares presenta a dos deidades, madre e hija. Coatlicue (diosa de la vida y la muerte) y Coyolxauhqui (diosa de la Luna), deidad que al querer acabar con su madre, terminó desmembrada en manos de Huitzilopochtli.

La Coatlicue que presenta David está inspirada en la obra de Saturnino Herrán, un Cristo que se sostiene de la deidad prehispánica, mientras una falda de serpientes se extiende por el suelo de la sala del Museo Regional de Querétaro.

“Pensamos mucho en la importancia de darle valor a nuestros mitos prehispánicos, toda la riqueza que tenemos como mexicanos, por eso es que retomamos la leyenda de Coyolxauhqui que habla de la leyenda de la Luna, desde un punto de vista más prehispánico, creemos que en los mitos se exponen muchas verdades sobre la vida, que es importante ponerles atención. Y la figura de Coatlicue es una reinterpretación de la obra de Saturnino, y el Cristo representa el sincretismo de México, con esta raíz de lo prehispánico y lo español que al fusionarse nos forma a nosotros como mexicanos”, agregó David Manzanares.

Anatomía del origen se exhibe en la Sala Temporales II del Museo Regional, en donde permanecerá hasta el 25 de octubre.

En la inauguración de la serie estuvo presente Bernardo Sarvide, director del Museo Regional; y Marcela Herbert, directora del Museo de Arte de Querétaro. Y para complementar la apertura se realizó una intervención con la bailarina Bárbara Alvarado y el músico Ernesto Martínez.

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