Ya fue un mara salvatrucha, un narco joven y un secuestrador; pero ahora Kristyan Ferrer interpreta a un traficante de armas. De esa manera se le verá en 600 millas, ópera prima de Gabriel Ripstein, en la que comparte créditos con Tim Roth (Perros de reserva y Tiempos violentos).

“Hablaba de desmantelarme de esos personajes, pero hay que chambear y comer”, cuenta divertido el actor.

A sus 18 años, Ferrer ha participado en filmes como Días de gracia, Sin nombre y El infierno, siendo considerado uno de los rostros juveniles más sólidos.

Con 600 millas obtuvo su primer protagónico como tal en cine.

“Hago a Arnulfo Rubio, el personaje que anda cruzando armas de México a Estados Unidos y la verdad es que es una película muy padre”, señala.

“Tim es el agente que está viendo qué pasa, y sí, otra vez soy el malo”, expresa el actor.

Entre Alemania y una habitación

Desde hace una semana se le ve en cines con Guten tag Ramón, una comedia de amistad en donde interpreta a un migrante que viaja a Alemania, para cambiar su vida.

Hasta ahora la cinta ha sido vista por cerca de 400 mil personas y aumentado su número de salas ante el éxito en taquilla.

Y el mes próximo formará parte del elenco de La habitación, proyecto en el que participarán ocho directores, realizando igual número de momentos en dicha área habitacional mexicana.

En una de estas ocho historias historias Ferrer dará vida a un joven humilde y su pelea contra la clase alta, en una época previa a la Revolución Mexicana.

Daniel Giménez Cacho (Crónica de castas) será el director de la historia donde actuará.

“También hay por ahí una invitación para un proyecto de un director escocés, ando en pláticas con eso e iría ahí con Tenoch Huerta (Nesio)”, señala Ferrer.

En el último año, al joven actor también se le ha visto con papeles en las películas Las horas muertas, Tercera llamada y Besos de azúcar, todas con buena respuesta por parte de la crítica.

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