Por ser Latinoamérica y el Caribe una de las regiones con mayor nivel de adopción de Internet en los últimos tiempos, el cibercrimen pone la vista en los usuarios que habitan en esta zona, de manera que se registró un 113 por ciento de aumento en el número de incidentes de seguridad de 2012 a 2013, y este año llegará a 300 por ciento.
Se destaca que los delincuentes no siempre están detrás del dinero sino del impacto. El reporte 2013 de Norton indica que 71 por ciento de los adultos han sido víctimas del cibercirmen en algún momento, 54 por ciento en los últimos 12 meses.
Nicolás Severino, gerente de Ingeniería para LAMC de Symantec, comentó al respecto, “hay ataques de ciberespionaje, hacktivismo y los que buscan dinero, y en cualquiera de los tres, la posición geográfica define si vas a ser blanco o no, y no por el país en sí, sino por el atractivo de su información como mapas de explotación petrolera, diseño de nuevas fórmulas o generación de tecnología, por eso buscamos concientizar, no asustar”.
Symantec y la Organización de los Estados Americanos (OEA) dieron a conocer un reporte sobre “Tendencias de Ciberseguridad en América Latina y el Caribe”, de acuerdo al cual hay cinco tendencias que deben poner en alerta a los usuarios.
• Existe un continuo aumento en la violación de datos y robo de información. Tan solo el año pasado, a nivel mundial fueron extraídas ilegalmente un total de 550 millones de identidades.
• Actualmente, los ataques son dirigidos, más personalizados y complejos por lo que tienen un alto nivel de efectividad.
• Los delincuentes toman ventaja de las redes sociales para evolucionar sus técnicas de ingeniería social, ya que “si ves un nombre conocido, confías” y es probable que seas engañado.
• Crece el desarrollo de troyanos bancarios y malware dirigido a cajeros automáticos.
• Los eventos de gran convocatoria como el Mundial o los Juegos Olímpicos que generan un gran nivel de atractivo son utilizados como gancho.
Adicionalmente, el informe apunta que 15 por ciento de los ataques dirigidos mediante la técnica de “phishing” registrados en Latinoamérica en 2013, tuvieron como blanco a organizaciones que tienen entre 501 y mil colaboradores, siendo México el segundo país que más ataques de este tipo recibió.