Uno de los principales retos para Lydia Lavín y su hija Montserrat Messeguer para esta colección otoño/invierno 2012-13, a la que nombraron Transculturación, fue el producir telas y rebozos exclusivos, así como viajar a Oriente y África para conseguir textiles diferentes.

RIQUEZA CULTURAL

“México ha sido un país mestizo a lo largo de su historia, por ello en esta propuesta retomamos el tema de las culturas que conviven a diario con nuestro territorio. La cultura mexicana permeada de las influencias, texturas, materiales, sabores y sonidos que retomamos de Asia, Europa, América y África en un proceso de apropiación y transculturación que llega hasta el México contemporáneo”, declara Lydia Lavín, quien cada temporada trabaja con artesanos para mantener su peculiar estilo.

A través de materiales como lanas, sedas, telas de rebozos de Tenancingo con teñidos de Ikat -especialmente realizados para la colección-, así como textiles de la India, Indonesia y África, realizamos siluetas más geométricas y estilizadas, que en anteriores colecciones, donde las telas se convierten en un verdadero arte.

“La paleta cromática nos sirve para enfatizar las referencias étnicas, además de aportar tonos en tendencia y muy representativos de México como los tierras con destellos orgánicos y metálicos que mostramos envejecidos para dar un valor agregado”, afirma la diseñadora textil y gráfica, con especialidad en branding.

El tema de su propuesta es el mestizaje, pero también plasman, a través de siluetas, cómo este país de sello azteca se sigue nutriendo de inspiraciones globales y de grupos humanos que llegan a radicar a México. La colección va dirigida a la mujer contemporánea de espíritu libre, que vive en diferentes lugares del planeta, que reconoce el valor de las tradiciones y de lo hecho a mano.

COLOR PARA INVIERNO

A pesar de tratarse de una colección invernal, las cuales suelen caracterizarse por su sobriedad, Lydia eligió esta vez estampados vistosos, donde participan vestidos largos, faldas circulares, blusas en tejido de punto, faldas entubadas en cuero, pantalones en patchwork, blusas asimétricas, chaquetas con bordes en escote, chalecos de lana, tops con cuellos tortuga y tops en tejido bolillo para plasmar su estilo en el que destacan plisados, fruncidos, sobreposiciones y holanes.

Pero además de crear moda, esta dupla de creativas que ha tenido presencia constante en pasarelas como el Mercedes-Benz Fashion Week México o en el Mercedes-Benz Fashion Week, de Buenos Aires, hicieron una línea de accesorios, de entre los que llaman la atención piezas elaboradas con arcillas y múltiples textiles, así como algunas otras bocetadas por el diseñador Luis Equiwa en latón, bronce y arcillas para crear un verdadero concepto.

“Además el año pasado participé en el libro El Mestizaje en México, editado por Enrique Krauze y producido por Fomento Cultural Banamex y este año terminé mi tesis de maestría sobre el Rebozo, la cual también publicaré próximamente. Considero que esta colección resume mi trabajo como investigadora en el tema de la indumentaria en México y lo lleva a mi quehacer como diseñadora mexicana contemporánea”, reflexiona Lydia, quien es egresada de la UIA, donde más tarde se desempeñó notablemente como docente.

Con maestría en Estudios de Arte, además de haber cursado la especialidad de Fashion Marketing en el Parsons de Nueva York, y contar con una especialidad en el Istituto Marangoni en diseño de colecciones, Lavín continúa creando colecciones cada temporada y amando lo que hace. “La moda revela quiénes somos, enmarca el tiempo histórico, muestra los avances tecnológicos y mantiene las tradiciones personales y locales para darlas a conocer de manera global”, dice.

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