El rockero y empresario Héctor Carrión, de la famosa familia de rockanroleros, Los hermanos Carrión, dio cátedra y no es broma.
El pasado jueves, en el club de su propiedad, Black Dog, ubicado sobre la avenida Quintana y Constituyentes, ofreció una conferencia magistral sobre cómo y para qué formar una banda de rock.
“El rock puede ser un buen negocio y además hacer lo que te gusta”, dijo Héctor Carrión.
La idea de este músico, que vio sus glorias con la banda de ópera rock Cristal y acero, en los lejanos años 80, es que los chavos sí pueden vivir de la música.
“Yo desde que me subí a un escenario y me pagaron 100 pesos, dije: esto es lo mío”, contó.
La primera recomendación de este rockero afincado en Querétaro es que si van a hacer una banda es necesario juntarse con buenos músicos. “Y que sean medianamente decentes, porque ese es el principal problema de las bandas, que no son serias”, afirmó.
También se debería escribir un manual de cómo lidiar con la fama, “porque se suben a un escalón y se marean”, indicó.
En este apartado, Carrión hace tres distinciones principales: los que tocan para ellos mismos y no les interesa más, los que tocan para ser famosos y los que estudian para tocar.
La conferencia de Héctor Carrión se tituló Backstage. ¿Qué hay detrás de una banda?, y como parte de la convocatoria recibió todo tipo de público, rockeros y no rockeros.
Para los que todavía guardan dudas sobre el serio arte de rockanrolear, Carrión les aclara las ideas fácilmente: “Y si te digo que Metallica ha metido a cinco millones de espectadores en un concierto. ¿Qué me dices? ¿Es negocio o no?”.