NUEVA YORK.— El actor Philip Seymour Hoffman dejó escrito en su testamento dónde deseaba que resida su hijo menor de edad, a fin de que crezca en un entorno cultural adecuado.

El fallecido actor quería que Cooper, de 10 años, viva en Manhattan, Chicago o San Francisco “para que tenga contacto con la cultura, las artes y la arquitectura que ofrecen estas ciudades”.

Según los documentos, Hoffman deseaba que, si esto no era posible, Cooper visitara estas ciudades al menos dos veces al año. El testamento lo escribió ya en octubre de 2004, cuando aún no habían nacido sus hijas Tallulah y Willa. El actor dejó su patrimonio a su pareja desde hace años, Mimi O’Donnell. En el testamento, su fortuna está valorada en “más de 500 mil dólares”, pero según los medios la herencia que deja es millonaria. (DPA)

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