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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Aun con el gran éxito que han tenido como cantantes, muchos de los famosos que hoy gozan del derroche de energía arriba de un escenario en su pasado estuvieron ligados al futbol y, por distintas razones, tuvieron que abandonarlo.
Casi todos saben que el español Julio Iglesias fue portero en el equipo juvenil B del Real Madrid y a los 20 años un accidente lo separó definitivamente de las canchas. Julio tuvo suerte, ya que el primer pronóstico lo desalentaba incluso de caminar y durante un año y medio vivió con una parálisis parcial.
“Me encanta la música y cantar es lo único que sé hacer; si supiera hacer otra cosa, tal vez lo intentaría, hace años fui futbolista, pero me di cuenta de que no era lo sufuicientemente bueno para ello y desistí”, comentó para EL UNIVERSAL el cantante latino que más discos ha vendido en la historia de la música.
Aunque no hay una sola razón de por qué se decidieron por los micrófonos, lo que es seguro es que hay muchos talentos egresados del deporte, como Mane de la Parra, quien fue portero en las fuerzas inferiores de Pumas hasta los 19 años.
Otros casos menos conocidos son los de Steve Harris (Iron Maiden), quien antes de decidirse por completo a la música probó fuerzas en las divisiones del West Ham United de Inglaterra; su afición llegó al punto que en la contraportada del disco Somewhere in time se puede observar la frase “West Ham 7 - Arsenal 3”, marcador de una goleada histórica, y en el Virtual XI aparecen sus integrantes con uniformes.
En 2001, cuando tenía 19 años, el brasileño Michel Teló jugó para el Avaí en su país donde fue goleador del torneo con otros tantos. Harry Styles (One Direction) fue portero a los 13 en el equipo de su ciudad natal, Wasps; después de tres años abandonó el juego, aunque actualmente se le puede ver en partidos del Manchester United o algún entrenamiento del Newcastle.
Un éxito mayor fue el que tuvo Nicky Byrne (ex Westlife); pudo debutar en diferentes clubes, o Álvaro Benito (actual líder del grupo Pignoise), quien después de un soñado paso por el Real Madrid tuvo que retirarse por una lesión en la rodilla durante su participación con la selección española en la categoría sub 21.
Aunque en noviembre de 2012 algunos se sorprendieron al llorar a Rod Stewart en un partido de la Champions League, no todos conocen que de joven fue capitán de un equipo y subcampeón con el Watford. Al no tener éxito en sus pruebas con el Barcelona decidió que el futbol fuera su gran pasión; ahora es dueño de una mansión con campo de futbol de medidas profesionales que incluye vestuarios y banquillos protegidos para la lluvia.
