Luego de su exitoso debut como director con el filme Zoolander y tras haber recibido críticas positivas por su trabajo al frente y detrás de Tropic Thunder, el actor Ben Stiller regresó a territorio mexicano para presentar el largometraje La increíble vida de Walter Mitty, que no sólo representa su retorno a la silla como realizador, sino también el trabajo con el que se aleja de las comedias románticas tradicionales y películas cómicas a las que tenía acostumbrado a sus seguidores.
“Siempre me he visto como un director, esto es lo que siempre he querido hacer desde que era pequeño, aunque con el tiempo comencé a hacer otro tipo de películas, principalmente comedias y, aunque las amo, también amo los dramas, por ello mi interés por involucrarme en otros géneros”, señaló el actor en conferencia de prensa.
En su plática con los medios, Stiller ahondó en su afición y amor por dirigir largometrajes, además de actuarlos como ocurrió con este nuevo filme.
Por eso añadió que cuando el guión de esta cinta, que se espera llegue a las salas mexicanas el próximo 25 de diciembre, llegó a su oficina, supo que tenía que estar a cargo de él.
“Cuando Mitty llegó a mis manos, me di cuenta que es lo que quería hacer y no solo como actor, sino también como director”, dijo el actor.
A pesar de que esta no es la primera ocasión en la que el histrión dirige un proyecto, Ben reconoce que La increíble vida de Walter Mitty representa el mayor reto en su carrera, pues en este reciente trabajo tiene pequeños toques de comedia, se centra en el drama.
En la ficción Stiller, de 47 años, da vida a un trabajador de la revista Time que lleva una vida monótona y rutinaria, por lo que todo el tiempo imagina lo que ocurriría si tomara ciertas decisiones en su vida, situación que lo lleva a estar frustrado y con miedo.
“Es un poco difícil de definir esta película, pero comedia no es, tiene un poco de muchos géneros, lo único que si sé es que mi actuación es distinta a lo que han visto de mí”, señaló.
Fue este cambio drástico en su filmografía el que Stiller aseguró fue una de las razones más difíciles a las que se enfrentó a la hora de levantar el proyecto, que hoy al ver cristalizado se siente más que satisfecho.
“Es una fortuna hacer un trabajo como éste y enaltecer el trabajo de los escritores y fotógrafo, que han forjado la manera en la que los medios actúan en la actualidad”, acotó.
Para esta aventura, el protagonista de filmes como Loco por Mary solicitó la ayuda de maestros de la actuación y la comedia como Kristen Wiig y Sean Pean, siendo este último el que en palabras de Stiller “fue un honor y placer que un actor tan importante como Sean aceptara ser parte de su sueño”.