Luego del éxito que obtuvo hace un año, se presenta por segunda ocasión el musical “Los Gritos Mudos de las Voces Muertas”, que narra la historia de “Las Poquianchis”, mujeres dedicadas a la trata de blancas, consideradas como las asesinas más prolíficas registradas en México.

Alexandro Celia, director y autor de la obra, tuvo la idea de recrear este suceso a través del teatro, luego de vivir una experiencia muy fuerte con una compañera de trabajo, debido a la inseguridad que se vive actualmente en el país.

“Decidí traer esta historia a raíz de que una asistente, que conozco desde mi infancia, y a su hermano también, quien simplemente un día desapareció, era un muchacho muy bueno, papá de dos niños, muy trabajador, no tomaba, no fumaba y por lo mismo era muy extraño que no llegara. A los ocho días nos llamaron porque estaba secuestrado; entre conocidos, amigos y familiares reunimos una cantidad muy fuerte, la cual entregamos con la esperanza de que lo soltaran, pero eso no sucedió, pasaron otros ocho días y apareció calcinado con el tiro de gracia junto a otros dos amigos.

Al ver la destrucción que esto causa en una familia yo me sentí con la responsabilidad de revivir este espectáculo que ya había presentado hace un año. Como gente universitaria tenemos esta responsabilidad de hablar hasta de lo que no nos gusta, pero debemos denunciarlo. No sólo estamos para divertir, sino también para crear conciencia de lo que enfrentamos”, dijo Alexandro Celia.

La historia de “Las Poquianchis” cimbró a México en los años 60, cuando las hermanas Delfina, María de Jesús, María del Carmen y María Luisa González Valenzuela —originarias de Guanajuato— fundaron varios burdeles en su estado natal y en Jalisco, en donde además de secuestrar mujeres y convertirlas en sexoservidoras, fueron las autoras intelectuales de 91 homicidios, aunque se cree que pudieron ser hasta 150 sus víctimas, entre las que incluso había bebés, clientes o hasta las mismas trabajadoras.

Con casi 40 actores en escena, este musical fue presentado por el grupo de teatro de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y musicalizado por estudiantes de Bellas Artes. Cuentan también con un impresionante vestuario y escenografía que logró transportar a todos a los años 60 y a su vez, conmocionarlos con la actuación.

“Es un espectáculo bastante interesante en el que sí vas a salir pensando y vas a sentir cosas, lo importante es que la gente se dé cuenta de lo que está pasando en la sociedad y de alguna forma, el teatro refleja estos hechos y lo muestra de otra manera, creando conciencia y es la única forma en la que todos podemos avanzar. Aunque la obra va dirigida principalmente a jóvenes y adultos, también es importante que los niños conozcan esta historia”, dijo Adriana Corral, directora general de Cómicos de la Legua.

La obra continuará en escena todos los viernes y sábados de junio y julio con un costo de 200 pesos en el teatro Cómicos de La Legua, en donde además de ver el espectáculo, se puede disfrutar de distintos platillos y bebidas que se ofrecen en el lugar.

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