¿Qué pasaría si una película inicia con la muerte de un amante y no siguiendo la línea tradicional del cine, en donde la muerte llega al final de una historia?

Siguiendo esta premisa el realizador Adrián González Camargo dirigió hace dos años su ópera prima Enero, que llegó el jueves a cines del DF y Morelia.

“Me dijo: ‘rompamos el triángulo amoroso desde el principio’, y así fue como se hizo”, recuerda el productor Beto Zúñiga.

Y entonces echaron mano de talento en su totalidad michocano, llevaron en los roles protagónicos a Sheyla Rodríguez Romero y Ernesto Hernández Doblas y, sin pena, pidieron apoyo económico a cualquier personas para producir el filme.

Todo para contar la historia centrada en una pareja que debe lidiar con un crimen que los pondrá a prueba, llegando a utilizar sus instintos como mecanismo de defensa entre ellos.

Enero es el primer largometraje totalmente michoacano.

“Aquí hay gente talentosa y entonces nos propusimos incursionar en ello en estos años.

“Nuestro sueño siempre fue hacer una película en casa, contar una historia que tuviera como escenario las calles de la cotidianidad, nuestro entorno”, explica Zúñiga.

“El uno por ciento del presupuesto fue por fondeo colectivo, entonces en la lista de créditos hay más de cien personas que dieron desde 100 pesos”, detalla el productor.

Sus primeros acercamientos con el público, pasando la prueba, fueron en el festival de Cine de Morelia en el año 2013 y con funciones ofrecidas en salas de la Cineteca Nacional, el año pasado.

Ahora ya tienen llamadas de distribuidores internacionales, interesados en manejarlo.

Y se encuentra en la plataforma digital MUBI México, por lo que en los siguientes meses estaría siendo vista en más naciones.

Documental gratuito. Zúñiga es también director Rupestre, el documental, que recoge el trabajo musical de los integrantes de este movimiento rcokero integrado por Rockdrigo González (quien falleció durante el terremoto de 1985 en la ciudad de México, Carlos Arellano, Rafael Catana y Nina Galindo, entre otros músicos.

Financiado por el Conaculta y con el concepto de que dineros públicos deben regresarse a la comunidad, los creativos han decidido distribuirlo por internet.

Pronto a participar en un festival de Perú, la cinta fue de interés de los distribuidores, pero rechazaron las ofertas para ser congruente con sus ideas de lo que siginifica el “uso de dinero público”

“El documental se hizo con dinero público y entonces se va a regalar, cuando nos han pedido programarlo solo decimos que no deben cobrar por entrar a verla y, entonces, ya no entra en su modelo de negocio”, cuenta Zúñiga.

Google News

TEMAS RELACIONADOS