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Hay personajes que pesan realmente sobre los hombros de quienes los han interpretado. Uno de ellos es el de la agente federal Dana Scully de Los expedientes secretos X, con la que inevitablemente tiende a identificarse a la actriz Gillian Anderson.
Anderson ha hecho muchas otras cosas luego de que terminaran Los expedientes secretos X (algunas en cine, más en tv), pero se tiene la sensación de que nada logró levantar esa especie de capa de bruma que parece haberla envuelto luego del final de la serie paranormal creada por Chris Carter.
Últimamente el espectador ha tenido la oportunidad de verla en algunas cosas (la película La hermana (2012) de la suiza Ursula Meier, la serie televisiva Hannibal), y está a punto de estrenar El último amor, drama romántico protagonizado por Michael Caine y Clémence Poesy en la que interpreta sólamente un personaje secundario.
Sin embargo, en el intervalo Gillian Anderson parecía haber sido abducida por los extraterrestres, algo que efectivamente le ocurrió en el programa que coprotagonizaba junto a David Duchovny. En realidad no fue así.
Los expedientes secretos X terminaron en 2002, y Gillian (nacida en Chicago, Illinois, en 1968, aunque pasó su infancia en Inglaterra) siguió haciendo cosas desde entonces.
Incluso volvió a encarnar a Dana Scully en una la segunda película inspirada en la serie que se rodó en 2008, y antes había proporcionado lo que probablemente sea la mejor actuación de su carrera en el espléndido drama de época La casa de la alegría (2000), basado en novela de Edith Wharton y dirigido por el notable Terence Davies, probablemente el más importante realizador británico contemporáneo.
Pero no le fue fácil librarse de Dana Scully: en general, lo que los productores le ofrecieron fue papeles secundarios en películas muy diversas como El último rey de Escocia (2006) o Johnny English returns (2011), aunque Ursula Meier pudo tomarla más en serio como actriz dramática en La hermana. Fuera del cine, Gilliam ha tenido tiempo de casarse y divorciarse dos veces, dar a luz algunos hijos y hasta declararse bisexual.
Nueva vida. Su resurgimiento en estos últimos años ha tenido lugar empero, fundamentalmente, en la pantalla chica. En 2013 rodó para la televisión estadounidense la serie de espionaje Crisis, en la que interpretó a una agente de los servicios secretos que el mismo día que se hace cargo de su trabajo se encuentra manejando una situación que compromete la paz mundial.
Luego la televisión británica la llamó para protagonizar otra serie, The Fall, donde es una mujer detective que da caza a un peligroso asesino serial. Y ya lleva actuando en 22 capítulos (de los 39 ya rodados) de la teleserie Hannibal, en la que da vida a la doctora Belinda Du Maurier, terapeuta de nadie menos que el psiquíatra caníbal Hannibal Lecter que interpreta Mads Mikkelsen.
En el medio ha tenido tiempo de hacer alguna otra cosa, como por ejemplo dirigir el cortometraje The Departure (2014) , en el que también actúa y que se estrenó el pasado mes de octubre en el Reino Unido.
Además de actuar en series y en una película como El último amor, Gillian Anderson ha emprendido una nueva carrera.
El pasado mes de octubre, la editorial Simon and Schuster dio a conocer en Estados Unidos su primera novela, titulada A Vision of Fire, coescrita con el guionista y autor de cómics Jeff Rovin.
Se trata de una historia de ciencia ficción sobre una psicóloga infantil que investiga las alucinaciones de la hija del embajador de la India ante las Naciones Unidas.
Otras chicas comienzan a padecer los mismos síntomas, y los acontecimientos conducen a un peligro de guerra nuclear.
Así que Anderson sigue en el proceso de reinventarse.