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Uno es de donde come tacos: 'El Pata'

Uno es de donde come tacos: 'El Pata'
12/04/2015 |23:16
Redacción Querétaro
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El taco no distingue de clases sociales, lo come el rico y lo come el pobre, todo el chiste está en cómo se come, en la actitud.

Pero también existen las propias maneras de comer, hay quienes incluso, faltando a toda norma del buen comer en la calle, los ingieren con cubiertos, pero como se dice: “El respeto al taco ajeno es la paz”.

Roberto Martínez Sánchez, mejor conocido como El Pata, es el dueño de la taquería con mayor prestigio en Querétaro.

Este hombre de 56 años le ha servido tacos ha gente de calle, humildes y a gobernadores. Hasta la fecha tiene cinco sucursales y una decena de franquicias.

Está, por ejemplo, la anécdota del hombre que se limpió la boca con una tortilla. “Con unas ganas que daba envidia”, relató El Pata, sin desperdiciar nada, ni tortilla, ni gota de salsa que caía al plato.

Está la manera tradicional, “aquella donde levantan el dedito para comer” o el que sabe doblar la tortilla, lo cual tampoco es fácil.

Aquella historia de un hombre que se metía una pierna de pollo a la boca y la limpiaba en minutos, sin sacarla. “Quién sabe cómo le hacía o qué habilidades tenía con la lengua”, manifestó Martínez Sánchez.

El Pata es un lugar selecto para gente selecta, una taquería para ricos, se podría decir, para gente que tiene, pero gusta del placer callejero del taco.

Pero el Señor Pata negó cualquier intención de clases. “Lo único que hice fue tener unas instalaciones dignas donde comer un buen taco”, explicó.

Personaje multifacético. En su vida ha sido un poco de todo, pero principalmente taquero y a mucha honra, detalló en entrevista. “Yo digo que soy taquero y no licenciado, y vivo de esto”, contó Martínez Sánchez.

Fue buen deportista en varias especialidades, como salto de altura, longitud, 100 metros y 400 relevos. Tenía 10 años cuando hacía eso. “En ese tiempo el ejercicio era algo que se me daba”, declaró. En ese entonces el apodo fue Pata de Ganso.

Fue sonidero, el primero en tener espectáculo de luz y sonido en la entidad, se llamaba Sonido Ban Ban. “Pero nunca le llamaron así, lo bautizaron como ‘El Sonido de El Pata’”.

Posteriormente fue el Señor Pata para todo, incluso cuando se desempeñó como funcionario estatal, durante el gobierno de Mariano Palacios Alcocer, y entonces fue El Licenciado Pata.

Antes fue líder estudiantil en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde estudiaba administración de empresas.

Innovación y esfuerzo para el éxito. Una taquería, explicó Sánchez, debe siempre innovar sobre lo que puedes innovar, es decir, que un taco es un taco, pero “cuando diario comes y cenas, dices, a ver ahora ponle esto, ponle lo otro”, indicó.

Así nacieron los tacos “Qué me ves” o “El qué me notas”, “La Petunia”, “El Houssein”, o el ya instaurado taco de pastor de sirloin o el bisteck adobado.

Harto conocida es la historia de El Pata, cuando salía las calles con un carrito por la noches, mientras que por las mañanas atendía en el gobierno estatal. “Llegué a tener hasta 32 carros (atendiendo, no trabajando)”, presumió.

El Pata es la tradicional historia del negocio de éxito, de esa que tanto le gusta al mexicano, aquella del pobre que se hizo millonario con el sudor de su frente y echándole muchas ganas.

“Para mí lo importante es que hagas lo que te gusta, el dinero, la ganancia es una consecuencia”, aconsejó.

Vende tacos desde 1986, pero la actitud es distinta. “Antes era satisfacer necesidades (como el hambre), ahora es satisfacer a mis clientes (un servicio)”, aclaró.

El Pata se despidió de la política, “porque no es lo que la gente piensa, está todo muy viciado, pero no quiero hablar de eso porque me apasiona”, informó.

“Podré tener errores pero creo que no he pisado los dedos a nadie para tener lo que tengo y no lo pienso hacer”, declaró el taquero y empresario.

Fue comedor de tacos, de esquinas, parado en la banqueta, de anafre en la puerta de las casas.

El Pata es taquero, pero no tiene panza de taquero. “Hay que saber medirse, el exceso hace daño”, recomendó.

Nació en Ciudad Valles, en la Huasteca Potosina. “Pero uno es del lugar donde nace, sino donde come”, concluyó.