Innovación es la palabra de define a Carlo, pizza & cucina, que a tres semanas de apertura ya ha conquistado muchos paladares. Y es que sus fusiones de comida italiana y mexicana, son deliciosas.

Entre sus platillos favoritos destaca la “Taco pizza”, que tiene como ingrediente principal carne al pastor con queso y piña; y próximamente estará en el menú “La Queretana”, una pizza de migajas, elote y champiñones.

Un platillo típico de este país son los chilaquiles, en Carlo por supuesto se ofrecen, pero con un sabor único, porque la tortilla se fríe con hierbas italianas y se bañan con salsa de jamaica o salsa de tres chiles con tequila, y también hay de xoconostle.

Karla Guerrero Feregrino, una joven de apenas 25 años de edad, apasionada de la moda y la gastronomía, es la creadora de este nuevo espacio ubicado en Jardines de la Hacienda, boulevard Hacienda del Jacal #409. Después de una larga estancia en la Ciudad de México, en donde estudió diseño de modas, tomó la decisión de regresar a Querétaro, su ciudad natal, para comenzar con los preparativos de su restaurante, proyecto que siempre tuvo en mente.

“Me encanta la gastronomía y siempre había tenido la idea de un restaurante, una de mis comidas favoritas es la italiana, pero igual siento que le imprimí otros gustos, porque me gustan las fusiones, el concepto es italiano pero tiene una combinación de sabores mexicanos. Nuestra especialidad son las pizzas y hemos tratado de meter combinaciones diferentes, algo que llame la atención, pero que al mismo tiempo guste. Aquí hay platillos que no se encuentran en cualquier lugar, la cocina de Carlo es bastante innovadora y eso es lo que queremos seguir haciendo”, platica Karla.

El nombre de Carlo remite de inmediato a Italia, pero esta cucina se llama así, porque conjuga el nombre de Karla con el de su padre, su principal apoyo.

“Yo me llamó Karla y mi papá Carlos, fue como una fusión entre los dos nombres, y es también en agradecimiento a mi papá, porque es él quien me ha estado apoyando 100% en este proyecto, y sí quería darle ese valor sentimental al nombre”.

A Guerrero Feregrino le encanta cocinar, y la afición por la gastronomía es herencia de su padre.

“El gusto por la comida nació por mi papá, él es médico pero también le encanta el ramo gastronómico, el arte culinario siempre ha sido un gusto que me ha inculcado mucho”, agrega.

Dos tiempos para disfrutar

Desde las ocho de la mañana comienza el sabor en Carlo con los desayunos. Una de las especialidades para antes del mediodía es el rol de canela, con un glaseado que el comensal puede ir añadiendo poco a poco. A partir de las 2 de la tarde y hasta las 10 de la noche, comienzan a servir los platillos fuertes. Viernes y sábados el horario se alarga hasta las 11 de la noche.

Las fusiones son variadas y hay tamaño personal y familiar para las pizzas. Una de las especialidades es la pizza de elote, con chile poblano y chipotle; también hay de alcachofa, espinaca y queso de cabra.

El menú es extenso, hay carpaccio, calzone, pastas, ensaladas con vegetales y frutas de temporada, además de los platos fuertes con carne y pollo. Y de postre, pizzas mini de nutella y frutos.

Karla creó el diseño original del menú, y con el trabajo en conjunto de los chefs Iván Alejandro y Rosa Córdoba, han logrado hacer platillos únicos, el plan a futuro es seguir innovando y conquistando más paladares. Pierre Landeros es el mixólogo, su experiencia es notoria en la combinación perfecta y estética en cada bebida. Para maridar las pizzas o pastas, tienen vino tinto y pronto habrá cervezas artesanales.

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