Con un espectáculo exclusivo para los 300 invitados de la cena de gala inaugural del Hotel Grand Fiesta Americana, Mijares, se presentó en un ameno concierto que colmó la noche de buenos momentos con hora y media de presentación y recuerdos de los mejores éxitos del cantante.
El evento reunió a lo mejor de la sociedad queretana, empresarios, y autoridades, quienes después del tradicional corte de listón inaugural, el acto protocolario y una cena de gala, disfrutaron del show.
Tras el evento, Mijares en camerino momentos antes de salir al escenario, recibió a sus fanáticos para la toma de fotos y autógrafos. En punto de las 21:00 horas una rúbrica de entrada posicionó en tarima a las cuatro bailarinas que hicieron el número de entrada con el que pisó el escenario. Ataviado en negro, con un blazer de gamuza y con la energía que lo caracteriza, Mijares salió a escena interpretando “Si me enamoro”. Un show de luces y sus cinco músicos, abrieron la noche con la potencia necesaria para un gran espectáculo. Así, Marcos Aguilar Vega, José Carlos Azcárraga, Consuelo Ruiz Rubio, Alfredo Botello Montes, y la familia Ruiz Rubio en primera fila una a una corearon y disfrutaron del cálido momento de la velada.
“No se murió el amor”, “Siempre”, “El Privilegio de amar”, “El amor no tiene fronteras”, “Soldado del amor”, “Bella”, “Para amarnos más”, “Te extraño”, “El breve espacio” y “María bonita”, fueron algunos de los temas dentro del repertorio que pusieron a cantar a todos. Además, el cantante interpretó “Cielo” un cover de Benny Ibarra así como “Un buen perdedor” de Franco de Vita.
Un pequeño intermedio musical brindó a la audiencia energías para seguir disfrutando, momento en el que un saxofón salió a escena para continuar amenizando el encuentro. Así, Mijares regresó a tarima con más de sus mejores éxitos, esta vez con duetos con las coristas en escena. En el público, la gente vitoreó y coreó al cantante quien en múltiples ocasiones, agradeció la invitación al exclusivo y cálido evento. Un show muy cercano a los fanáticos, cálido y colmado de buenos momentos para quienes fueron parte de este memorable encuentro.