Ubicado al sur de la ciudad, Canibal Wings & Ribs recién abrió sus puertas para promover un nuevo rincón culinario, que ha reinventado el sabor de las alitas y las costillas, a las que les agrega el toque especial de la casa.

Al atravesar el umbral, una decoración estilo industrial se despliega ante los ojos de los comensales, quienes desde sus mesas pueden disfrutar de una vista privilegiada de la ciudad, así como de los detalles de una pared orgánica en su interior, en la que son cultivadas diferentes plantas de ornato que añaden frescura y refuerzan el concepto cavernario del proyecto.

“La atención al cliente es prioridad, queremos que la gente compre la experiencia”, dice Carlos Vallín, director operativo del establecimiento, quien platica que el lugar sintetiza el talento de creativos como Doodle, responsable de los murales; Diego Ortega, ingeniero en audio, quien instaló un circuito de sonido especial para el ingrediente acústico; Woorx, una agencia centrada en la construcción de identidades visuales, y Alejandro, mejor conocido como el Caníbal, quien es el creador e impulsor de esta empresa.

Con apenas 24 años, el Caníbal recuerda que su gusto por el desarrollo de proyectos emprendedores inició desde que era pequeño, cuando junto con su hermano, ideaba estrategias que les permitían multiplicar sus ahorros en aras de lograr una independencia económica.

“Inicié vendiendo casitas que yo mismo pintaba. También me dediqué un tiempo a revender celulares, y prestaba dinero entre mis amigos de la escuela, a quienes les cobrábamos intereses (risas). Más tarde, a los 15 años, comencé a vender ropa en un tianguis y de ahí no paré”, relata Alejandro, quien argumenta que el deseo de tener libertad financiera lo ha motivado desde siempre a crear sus propios negocios.

Además de caracterizarse por su espíritu emprendedor, el queretano es reconocido por su “buen diente”, pues no sólo está pendiente del desarrollo financiero de la empresa, sino también de la alquimia gastronómica.

A diferencia de otros establecimientos, Canibal Wings & Ribs se caracteriza por servir grandes porciones de comida a módicos precios, así como por su extensa variedad de salsas caseras.

Entre las clásicas alitas sabor BBQ, lemon pepper, tamarindo picante (chile de árbol), ajo parmesano, teriyaki y cajún, se encuentran las “Caníbal”, una especialidad bañada con una mezcla picosa a base de chiles, especias y carne molida.

Por si fuera poco, el establecimiento ofrece una amplia variedad de hamburguesas, como la “Súper caníbal”, que es un edificio cárnico servido con cuatro carnes, tocino, queso cheddar y aros de cebolla, que al lado de la “Caníbal” (costilla de cerdo bañada con la salsa de la casa, cebollas caramelizadas en whisky y queso manchego), deja satisfecho a los apetitos más feroces.

También cuentan con boneless, costillas y una extensa carta de bebidas para maridar las especialidades con tragos de cervezas artesanales como la Yubarta, Allende, Colimita y Hipster Ale; además de otras opciones como vino tinto, tequila, brandy, ron, vodka, mezcal, y cócteles de autor donde destaca la “Be caníbal”, un preparado a base vodka, concentrado caníbal, limón, tomate y almeja, y la “Tacuarembó”, cuya mezcla lleva gin, piña, pepino y limón.

cetn

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