Spike Lee, director de Malcolm X y Oldboy, señaló que producto de la tecnología, varios estudiantes de cine son flojos.
Su conclusión se fortaleció ayer por la mañana durante una charla personal con su colega Darren Aronofsky (Noé y Requiem por un sueño), quien como él, imparte clases del séptimo arte en universidades de Nueva York.
“Ambos estuvimos de acuerdo en que los estudiantes de estas clases son flojos, digo, me encanta su generación, pero no trabajan arduamente debido a la tecnología, a la televisión y ver gente que de repente saca una canción en YouTube y se convierte en estrella, sin que se note trabajo detrás”.
Lee dijo lo anterior durante su ponencia en TAG CDMX, evento que se realizó en el Centro Banamex, cuyo objetivo es acercar la tecnología y la cultura a los jóvenes, quienes llenaron el salón principal de la jornada para escucharlo.
“Una de las mentiras más grandes que se cuenta a ustedes es que hay magia de la noche a la mañana y existe éxito; no hay tal cosa, mi primera película (She’s gotta have it) la hice después de 10 años, antes hice cortos”.
Lee, conocido por su cine de corte social, aclaró que la tecnología debe ser usada por el creador, más no dejarse dominar por ella. Mencionó que hasta el mismo Michael Jackson, de quien hizo un documental titulado Bad en 2012, debió prepararse desde los cinco años.
“YouTube es un buen vehículo para demostrar lo que hacen, pero lo que trato de decir es que de la noche a la mañana se convierten en sensación y, la verdad, es que simplemente tienen visitantes, pero se queda ahí la cosa.
“Me da gusto haber nacido en la época en que nací (1957) porque aprendimos viendo cine; cuando edité mis películas tuve que hacerlo a la antigua, con cortes, ahora ni siquiera se toca el filme o la película, todo es digital, no se tiene que lidiar con el material”, dijo.
El nominado en dos ocasiones al premio Oscar y Globo de Oro abundó que los grandes estudios también contribuyen al poco trabajo en historias.
“No se están haciendo las mismas películas de antes, es como si estuviera muriendo ese arte; ahora quieren hacer películas que en realidad puedan sacar el mismo día en todo el mundo”.
Spike aprovechó la oportunidad de presentar un anuncio futbolero, hecho previo al Mundial de Brasil en el pasado verano, en donde un niño de las favelas hace todo lo posible por tener un balón y pisar una cancha profesional.
“Ahora estoy intentando hacer un proyecto que se llama Go Brasil go, que es sobre la historia de ese pais; tengo personas conocidas ahí y eso es una ventaja, por eso, por ejemplo, pudimos filmar el anuncio tres días antes de la Copa del Mundo”, apuntó.
Y acaba de terminar Da sweet blood of Jesus, una comedia con romance y suspenso sobre gente adicta a la sangre, levantada económicamente por Internet.“Mis fans son los que me apoyaron para hacer la película y tuve la completa libertad para ello”, indicó acerca de esta historia en donde actúan Zarah Abrahams y Rami Malek.
Ante la pregunta de un joven sobre cómo ve la violencia, respondió: “La mayor parte de la violencia se está glorificando en la televisión y en películas, entonces la gente se afecta menos por la violencia real; no estoy tratando de condenar nada, pero como artista, he sido cuidadoso de que la violencia no se glorifique en mis filmes”.