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La actriz Lindsay Lohan comenzó su batalla contra el alcohol y las drogas hace casi una década, pues tuvo su primera sobredosis a los 18 años.
Eso fue lo que declaró el padre de la actriz de 27 años a The Sun.
Según Michael Lohan, el primer roce de Lindsay con las drogas fue cuando ella filmaba Just My Luck, en 2005.
Era la primera película que filmaba tras la separación de sus padres, algo que la afectó mucho emocionalmente.
“Lindsay estaba filmando en Nueva Orléans y me llamaron diciéndome que tenía una sobredosis de cocaína. Uno de sus asistentes le había dado la droga. Estaba tan enojado que tomé una pistola de la casa y pensaba ir hasta allá para matarlo, no podía creer lo que le había pasado a mi hija, estaba muy enojado”, explicó Michael, quien también ha batallado durante años con sus propias adicciones.
La versión del padre de Lindsay contradice a la de la actriz, pues en una entrevista reciente aseguró que su primera vez con la cocaína fue a los 21 años y sólo la ha consumido unas “cuatro o cinco veces”, pues lo que a ella le gusta es el éxtasis.
Es lógico que la declaración de Lohan va enfocada en dejar constancia de que su consumo comenzó cuando ya era mayor de edad, según las leyes de Estados Unidos. Por ahora, la actriz se encuentra por sexta vez en rehabilitación, lo que se traduce en 250 días recibiendo tratamiento contra la adicción a los analgésicos, el alcohol y las drogas.
Michael Lohan considera que si este nuevo intento de rehabilitación de Lindsay no funciona, su carrera en Hollywood habrá terminado.
No es la primera vez que el padre de Lindsay Lohan sorprende con sus declaraciones, hace tiempo dijo que su madre la estaba prostituyendo.
Lohan ha dicho a amigos que que una vez que termine su tratamiento de 90 días planea ocultarse de la escena pública, pues según el periódico Daily Mail, Lohan está aterrorizada de volver a su antiguo estilo de vida.
La joven terminará su tratamiento a principios de agosto y ya planea esconderse en algún lugar de Estados Unidos donde no haya paparazzi.