Eduardo Chillida Belzunce, hijo del escultor español Eduardo Chillida, mostró interés en el arte desde muy pequeño. En los dibujos que su padre le dedicaba siempre aparece pintando. En 1985, Chillida Belzunce sufre un accidente en moto que lo deja en coma más de un mes y le provoca parálisis en la mitad del cuerpo. Eso lo obliga a volverse zurdo para retomar los pinceles y seguir con su gran pasión: la pintura.
Desde San Sebastián, España, viajó el pintor para estar en la inauguración de Diálogos entre luz y materia, exposición que presenta Museo de Arte Querétaro (MAQRO).
Chillida Belzunce dice que es “poco hablador”, a causa del accidente perdió el habla y tuvo que tomar rehabilitación para volver a comunicarse con la palabra. Susana Álvarez, esposa y curadora de la obra del pintor, dice que Eduardo no necesita hablar, él habla con sus pinceles y a través de su obra.
“Estar seguro de uno mismo nunca es malo. De lo que no hay que estar seguro nunca es de cómo va a ser el próximo cuadro… Pinto lo que me sale, no tengo ningún ideal estudiado. Pinto en todas partes que haya una pared bonita… Supongo que eso será el arte”, esas son algunas palabras que describen la filosofía de Chillida Belzunce.
“Eduardo afirma que la luz, con sus sombras, es su verdadera maestra, el punto de fuga de su obra maestra es su propio ser, es decir, en cada pintura estamos viendo a través de sus ojos. Chillida recrea la realidad desde el interior de la arquitectura, busca la luz de las ventanas, de las puertas, para dejar entrar al paisaje; el color y la luz entra por los ojos del espectador, su paleta es festiva, dionisiaca, mediterránea, su trazo sincero y virtuoso. La fuerza expresiva de su pintura es consecuencia de su pasión por la vida”, explica Roberto González, director del MAQRO.
Diálogos entre luz y materia en Querétaro presenta 26 piezas, 20 obras pictóricas y seis esculturas. En la parte escultórica resaltan las manos, manos que presentan la fuerza de su propia mano, aquella con la que crea todo lo que su mente y corazón quiere.
En su obra pictográfica predomina el azul con toda intensidad. Roberto González dice que Chillida celebra el azul, el azul ultramar. “El color azul es su aliado, el naranja un camarada y el violenta es un as debajo de la manga; en su pintura de interiores solo hay objetos, materia que solo cobra sentido con la intención del artista, mesas sillas, tazas, pinceles, tubos de pintura, vasos, velas y toda la parafernalia del estudio de un pintor, Eduardo también es escultor y presenta en esta ocasión algunas piezas en bronce relieves, figuras, manos, con ese carácter expresivo que lo representa”.
Con Diálogos entre luz y materia Chillida Belzunce presenta por segunda vez su obra en México. La serie permanecerá en el Museo de Querétaro hasta el 4 de diciembre.