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Imperio Panqué, hogar del cupcake

Mil aromas emanan en la cocina de la pastelería “Imperio Panqué”, la cual se llena de un peculiar olor a pan

Imperio Panqué, hogar del cupcake
08/09/2016 |00:21Karla Castillo |
Redacción Querétaro
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Mil aromas emanan en la cocina de la pastelería “Imperio Panqué”, la cual se llena de un peculiar olor a pan recién horneado que te atrapa de inmediato.

María Galicia entró al mundo de la repostería gracias a su madre Mary Carmen Cancino, ya que mientras María estudiaba la Licenciatura en Comunicación y Periodismo, Mary Carmen aprendía artes y oficios, Repostería y Cocina.

Desde muy chica María tuvo la mentalidad de convertirse en una joven empresaria, durante sus estudios universitarios su objetivo principal era crear un negocio propio en el cual ella pudiera explotar sus habilidades.

Al concluir su carrera y tras renunciar a su primer trabajo, María le ofreció a su mamá sus últimos recursos monetarios para que suguiera cocinando cupcakes: “le dije a mi mamá que cocinara la mayor cantidad posible y que confiara en mí porque estaba segura que los iba a vender”, contó María.

Durante un fin de semana la joven llegaba a vender hasta 500 cupcakes afuera de los supermercados, ahí se dio cuenta que estaba en un área de oportunidad grande para comenzar su sueño de emprendedora; creo la página de Facebook a la par de un plan publicitario y así “Imperio Panqué” despegó.

“La primera vez que salí iba con una hielera, no me fijé y solo lo puse todo junto, cuando me dí cuenta la crema se había derretido, regrese con mi mamá triste pero lo intentamos de nuevo y fue un éxito”, comentó entre risas María.

El primer hogar de “Imperio Panqué” fue en la casa de la familia Galicia Cancino, durante seis meses madre e hija recibían pedidos por internet; María, con su fuerza de crecer que la caracteriza, buscó un apoyo del gobierno para tener un espacio más grande.

Uno de los requisitos indispensables era tener un local establecido, fue así como decidieron abrir sus puertas en la calle de Pino Suarez en un local pequeño, y con el apoyo para emprendedores lograron comprar sus primeras herramientas, de ahí no han parado de progresar.

Hace un mes y medio se mudaron a un lugar mucho más grande en Juan Caballero y Osio en donde ahora además de ir por tu pedido puedes sentarte un rato a beber un café acompañado de los característicos cupcakes de un sinfín de sabores como fresa, piña colada, daikiri, rompope, capuchino, chocolate con frutos rojos, entre otros tantos.