Malabares con vasos y hasta cuatro botellas se aventuraban por los aires, luego de deslizarse con maestría de entre las manos y hasta recorrer —en ocasiones— los brazos de los participantes, quienes se disputaban la gran final del Openflair 2017, llevado a cabo en el bar Berraco BBQ.

El ambiente a media luz ocultaba a los espectadores, quienes en ocasiones expresaban chiflidos y aplausos de reconocimiento, frente a los actos que se realizaban detrás de una barra, en la que durante unos minutos los concursantes la hacían suya para preparar tres cocteles de su elección.

La final se llevó a cabo en dos categorías: semipro y pro, que contó con la participación de seis finalistas en cada ronda; con barmans procedentes de lugares como Argentina, Colombia y mexicanos que llegaron desde Cancún y Puebla.

Algunos participantes iniciaban confiados, pero tras sufrir algún desperfecto en su desempeño, los nervios se apoderaban de su actuación y fallaban con caída de vasos, botellas, e incluso derrames.

En el espacio que dividió la competencia de las dos categorías, dos bartenders mujeres ataviadas a modo de pin-up hicieron su aparición al ritmo de sus silbatos, en la dupla una le lanzaba la botella a la otra y uno de los momentos más impactantes fue cuando prendieron fuego a las botellas e hicieron malabares con ellas para cerrar su acto a modo de tragafuegos; lanzando llamas con alcohol. Al cierre de su intervención sirvieron una hilera de vasos en cascada con bebidas multicolores.

Para cerrar la contienda, el encargado de hacer lujo de la maestría de las botellas voladoras fue Héctor Rangel Márquez, quien además de ser el organizador de este evento lució su arte ante los espectadores, agregando a la maniobra un plato.

La barra de jueces contó con la participación de Danilo Oribe, bartender de Uruguay, quien actualmente trabaja para Caesars Entertainment en las Vegas, y compartió cuáles fueron los elementos más importantes a tomar en cuenta en esta competencia. “Se califica la originalidad y la dificultad de los movimientos, el show, la variedad y cómo se desenvuelven con la música y la coreografía, además de que el sabor del coctel debe ser bueno”, detalló.

Además, aclaró que las caídas, derrames y la rotura de elementos restan puntos a la calificación definitiva.

Finalmente, el gran ganador de la velada y acreedor a los 15 mil pesos del premio fue Arturo, quien irónicamente se apellida Botello. El originario de Puebla tomó como eje de su actuación el clásico tema “Eye of the Tiger” y a cada pulso de la música remataba con un movimiento definitivo; su astucia, habilidad y creatividad para coordinar sus movimientos a modo de coreografía, fueron elementos determinantes que le significaron el triunfo.

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