A principios de este año, inició un proyecto bajo el formato de taller lúdico titulado “Plastilini emociones”, que es dirigido a niños y adultos mayores, en el Centro Educativo y Cultural “Manuel Gómez Morín” (CECEQ).

“Las personas siempre llegan con varias preguntas sobre el taller: y esto ¿para qué es? ¿Es para niños especiales? ¿O para cualquiera?”, compartió Isaac Franco, psicólogo social, quien al inicio de cada sesión explica que se trata de un espacio para el desarrollo de habilidades emocionales, a partir de técnicas de corte psicológico y artístico.

Plastilina para modelar emociones
Plastilina para modelar emociones

Franco confiesa que aunque el gancho ha sido la plastilina, en realidad se utilizan distintas técnicas artísticas para detectar fácilmente emociones básicas y sentimientos más complejos.

“Aunque usamos distintos materiales, siempre tiene que haber plastilina, pues la utilizamos como metáfora de la plasticidad cerebral. El niño es plástico, en el sentido de que pese a que le van a pasar un montón de cosas en su vida, siempre se podrá reponer”, aseguró.

El proyecto inició cuando Isaac Franco, psicólogo social egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro, colaboró con Mujeres que Pintan, una asociación que atiende a población femenil, víctima de violencia física, psicológica y adicciones a distintas sustancias.

Durante su quehacer, encontró que para una rehabilitación integral es necesario el trabajo directo con las emociones, a través de técnicas psicosociales que permitan a las personas detectar, reconocer y expresar lo que sienten.

“Esa experiencia también me hizo pensar en los otros grupos que podrían estar en condiciones de marginación o de riesgo, y por supuesto, llegaron a mi mente los niños y los viejitos”, señaló.

Plastilina para modelar emociones
Plastilina para modelar emociones

En este taller, a lo largo de una hora, los participantes son guiados por los profesionales en el uso de técnicas de ilustración como gis, pintura al pastel, carboncillo y manipulación de plastilina y otros materiales de modelado, que encaminan siempre hacia la introspección.

“Primero se genera el acercamiento a los materiales, se usan y luego se crea un espacio de reflexión sobre el resultado final y la emoción que se desprende. En el caso de los niños, no podríamos esperar que expresen fácilmente cómo se sienten, pues no tienen tantas referencias para hacerlo. Pero sí puedo preguntarles: y tú ¿cómo te sientes ahorita? Si el niño toma la bolita y la aplasta, nosotros inquirimos: ¿te sientes como apachurrado?

Por el contrario, las personas de la tercera edad buscan expresarse oralmente. Lo que se hace con ellos es lograr que, con la experimentación de las técnicas, se desenfrasquen de una emoción y amplíen la gama de temas”, detalló.

En cada programa se calculan seis sesiones como mínimo, mismas que se desarrollan sobre un tema eje. No obstante, pueden aumentar de acuerdo a lo que se quiera trabajar, como la autoestima y problemas cognitivos, así que el tiempo lo determina la misma persona.

A través de este espacio, los participantes pueden detectar diversos problemas en sus procesos psicosociales, que generalmente están relacionados con la falta de atención sobre sus emociones.

“Hablar de emociones nunca es tarde, nosotros como adultos deberíamos preguntarnos ¿Cuántas emociones conozco? Te aseguro que no pasan de unas diez, cuando son más de 150”, instó.

Plastilina para modelar emociones
Plastilina para modelar emociones

Comprometidos con la salud pública, uno de los padecimientos que se han propuesto combatir a través de esta metodología es el estrés, que ha sido identificado por la Organización Mundial de la Salud y otras instancias internacionales, como la causante de diversas enfermedades.

“Es nuestro gran enemigo a combatir; si tú estás relajado, puedes conectar con las otras emociones fácilmente, de lo contrario no. Llega un momento en el que se vuelve un estado normal y nos empezamos a enfermar. Este padecimiento actualmente es considerado una epidemia”, manifestó.

Finalmente recalcó que el proyecto no es una terapia, sino una “carretera con un carril alternativo” para el cuidado de la salud mental, ya que apenas está tomando relevancia la promoción pública de medidas preventivas sobre este aspecto de la salud, así como del tratamiento de diferentes padecimientos psicológicos.

“Este año entró en vigor una ley de salud mental en el estado. La norma aborda todo lo referente a los problemas de la salud mental, define las acciones de actores como los psicólogos y psiquiatras, los alcances y la información que se proporciona a la población”, puntualizó.

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