¿Cuál es tu perspectiva sobre el mercado del lujo en México?

México es, sin duda alguna, el foco de todas las grandes empresas de moda y lujo internacionales. Estamos viendo cada vez más centros comerciales y más presencia de lujo. Ustedes están viviendo en una economía que crece paulatinamente, en la cual la clase media tiene un mayor poder adquisitivo; por ello, cada vez existen más marcas que quieren abrir sus puertas ahí. Al final, el ser humano desea proyectar su estatus cuando comienza a adquirirlo. Es algo que va muy unido sociológicamente al hombre, y México no es la excepción. También estamos notando cómo pequeños artesanos mexicanos empiezan a posicionarse, y es precisamente en este momento en que la competencia aumenta, por eso es importante que alguien apueste por ellos y les enseñe cómo hacer un negocio sustentable. Aparte de eso, en el 80 por ciento de los casos, los proyectos de creación fracasan. En un periodo de cinco años sólo sobrevive un 20 por ciento, porque al final un empresario tampoco tiene muy claro qué hará. Una persona que empieza su negocio pero no pone las bases para que se consolide y crezca de forma organizada está destinado al fracaso. Justo esa es una de los aspectos que ayudamos a solucionar en Mindway, nuestra empresa de asesoría.

¿Cómo vaticinas que cambiará el emprendimiento en México?

En los últimos años ha aumentado mucho. Como consultor, he visto varias empresa que, al recibir el cash flow, invierten en malas decisiones o confían demasiado en las subvenciones del gobierno. Yo soy muy poco partidario de éstas, ya que si se tiene el futuro financiero asegurado la motivación por hacer triunfar a la empresa es menor. Creo que el empresario debe estar consciente de que las pautas y recetas mágicas para el éxito no existen. Es importante enseñarles a pensar planeando escenarios, y eso es algo que hago con Mindway. Es mi compromiso con la sociedad y la enseñanza, porque no hay mayor satisfacción para mí que ver el progreso de mis alumnos.

¿Qué te motiva a dar clase? O más bien, ¿qué sientes cuando estás frente a tus estudiantes?

No siento, ¡se me quita el agotamiento! Me encanta dar clases y creo que la gente lo nota. Yo considero que es bueno abstraerse, ya sea en clase o en otro momento, porque así no pierdes contacto con el mundo de las ideas. Eso definitivamente ayuda mucho, porque uno tiene que estar consciente del macroescenario dentro y fuera de la moda, pero sin dejarse apabullar. Me gusta leer la prensa y estar enterado, pero sin pensar en eso todo el día.

¿Consideras que la prensa mexicana tiene credibilidad o es, como algunas personas han señalado, tan sólo un catálogo de productos?

Para ser honesto, no leo con frecuencia la prensa mexicana, pero sí puedo decir lo siguiente: incluso si su misión fuera exponer las cosas como un catálogo, estas personas ignoran cómo se genera el conocimiento, y es casi siempre por mímica. Incluso así la gente puede aprender sobre moda. Es, de hecho, un modelo que está siendo investigado por grandes universidades, como el Massachussets Institute of Technology (MIT). Los diseñadores aprenden viendo a otros diseñadores. Nadie innova desde cero, siempre se hace partiendo de una base. No podría decir si el ámbito editorial está más o menos desarrollado, pero me parece bueno lo que he visto. Y también es importante señalar que cada vez hay más periodistas especializados en estilo de vida, algo que me parece también muy bueno.

¿Cómo se construye la credibilidad en el periodismo de moda?

Como en cualquier tipo de industria: a través de la consistencia. Da igual que sea en la medicina, la física, el periodismo o en cualquier disciplina, porque es la única forma de no perder la credibilidad, sea poca o mucha.

Existen muchas personas en la moda que tienen miedo a ser comerciales. ¿Cómo pueden romper ese tabú?

No se trata de que los creadores sean “comerciales” o no. La base de su éxito es definir quiénes son y quién es su cliente. Toda la moda tiene que ser comercial porque debe venderse. La Haute Couture crea tendencias y regula el mercado de la moda, pero no es una división que pueda venderse. Es más, es una división a la que le da igual si se vende o no. Pero los otros sectores no pueden darse ese lujo.

¿Qué es lo que en tu opinión les haría falta a los diseñadores mexicanos para atrapar al gran publico internacional y, sobre todo, pasar de ser autores a ser industriales?

Bueno, básicamente yo considero que los diseñadores mexicanos necesitan capital y, también, requieren estructura. Creo que sufren el mismo problema de la moda española. Por desgracia, la industria ibérica no es competitiva porque depende de las subvenciones, y detrás no hay una estructura que la sustente. La estructura es importante en esta vida, tanto a nivel personal como profesional, y tiene que ser sólida, de lo contrario es como aplicar capitas de pintura, y cuando ésta se descarapela, sólo quedan las ruinas. Qué triste, ¿no?

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