Artemio Narro quería entregar su película Me quedo contigo a la piratería para que la viera la gente, pero se le adelantaron. “Yo dije, vámonos directo a la piratería, qué más da el cine, pero dos semanas antes del estreno en Cineteca la vi en un tianguis. Hasta a mí, que estaba dispuesto a regalarla, me ganaron”, dijo el cineasta y artista visual, en la visita que realizó a Querétaro.

Reconoció que no hizo su película pensando en las salas de los cines, sino para que la viera un puñado de amigos y que la recomendaran en Facebook.

Que los cineastas mexicanos se lamentan todo el tiempo de que su cine no se ve y que les va mal en cartelera, es por su culpa, “Están buscado erróneamente”, afirmó.

Artemio propone que darle la espalda “a quien te está escupiendo” y decirle a las cadenas de cine: “Váyanse a la mierda”, dijo. Tarde que temprano los mismos dueños de los cines verán “que están perdiendo un buen mercado”, acotó.

El cineasta explicó que “más vale distribuir de una sala en una sala durante siete meses que estar una semana en 70 salas (comerciales)”.

“Hacer como con el vasito de propinas, bájala, vela y déjame lo que quieras, un poco como lo que hizo Radiohead con sus disco (In Rainbows), de un dólar para arriba, lo que quieras dejar por el disco”, afirmó.

Me quedo contigo tiene un mes en Cineteca Nacional, donde la han visto cerca de 4 mil espectadores, entrará en Cinemanía de Plaza Loreto en Ciudad de México, y también va a un par de salas independientes y en la plataforma Filmin Latino. “Yo dije, vámonos a lugares donde no nos hagan el feo”.

Artemio financió su película gracias a sus amigos artistas, subastando obra donada. Invirtió 120 mil dólares y se rodó con pocos recursos, pocas tomas, pocos actores, pocos trucos visuales.

También reconoce que no es una película ni fácil ni digerible. “Es como porno, ¡sin ser porno!”, refirió.

La película abrió funciones en el Cineteatro Rosalío Solano de Querétaro y en el cartel de presentación se reproduce una frase del crítico de cine Carlos Bonfil, “la película más irritante y polémica del cine mexicano”.

Mucha razón tiene el crítico mexicano. Me quedo contigo no es digerible “y yo la quise hacer así”, dice Artemio Narro, productor musical y autor de mándalas.

La historia de la película es la parte más inofensiva: cuatro chavos (Ana José Aldrete, Beatriz Arjona, Ximena-González Rubio y Flor Eduarda Gurrola), salen de juerga y en el camino secuestran a un vaquero (Iván Arana y luego José María de Tavira). Actuación casi especial de Diego Luna. El vaquero, en manos de esta chicas, educadas, guapas, con dinero y con cultura, se convierte en el objeto de todo tipo de vejaciones, desde las más inofensivas hasta las más salvajes. Película donde hay de todo: violencia, mucha violencia, albures, malas palabras, sangre, pelos, saliva y más.

Cuenta el cineasta que en el Festival de Rotterdam, donde se estrenó, fue tachada de ‘hiper violenta’ y la gente se empezó a salir de la salas. “Hubo gente que escribió que les habían advertido que era violenta, pero esta se pasa”, recordó el cineasta.

En el festival de cine en Durango, cineasta y película provocaron una agria discusión, sobre las formas correctas de hacer cine y Artemio no se entendió con nadie.  “No está mal hecha, así la quise hacer”, remató.

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