El próximo mes de diciembre se cumplirán 70 años de la muerte de Lupe Vélez (1908-1944), actriz mexicana que conquistó Hollywood y a los hombres más cotizados de su época, entre ellos Johnny Weismuller, reconocido por interpretar a Tarzán, y Gary Cooper, quien dicen fue el gran amor de la intérprete.
La infancia de Lupe Vélez, su juventud y su camino hacia Hollywood quedaron de lado ante la historia de su muerte, un suicidio elegantemente preparado que terminó de la forma más grotesca. Y tratando de revalorar la vida de Lupe, la escritora Celia del Palacio se dedicó a buscar esos episodios olvidados, visitó su vivienda en San Luis Potosí, de donde era originaria la actriz, y llegó hasta su casa en Los Ángeles, donde murió en diciembre de 1944, para crear el libro Hollywood era el cielo, biografía novelada de la estrella mexicana.
“Después de haber escrito otras novelas sobre mujeres, como Leona Vicario, y mujeres que también han salido de los límites que les había marcado la vida, mujeres transgresoras, mujeres muy valientes, creo que Lupe Vélez no es la excepción y por eso la escogí. Yo creo que es una mujer muy valiente, muy talentosa, muy trabajadora, estos tres elementos me parecen muy importantes para revalorar su historia”, platica a EL UNIVERSAL Querétaro, Celia del Palacio.
El libro Hollywood era el cielo se divide en dos planos, uno de ellos, explica la escritora, “son los últimos días de su vida, empezando con una fiesta, el 12 de diciembre de 1944. Así empieza la novela y luego voy metiendo capítulos de la infancia en San Luis Potosí, que siendo chiquita le tocó parte de la Revolución, luego su juventud, hasta llegar a la última noche de vida, en la que está ‘dizque’ preparando su suicidio, porque yo también tengo otra versión de cómo sucedieron los hechos”.
Esa hipótesis de Celia, sobre el final de la vida de Vélez, sólo la podrán conocer las personas que lean el libro. “Es una versión un poco alternativa de lo que pudo haber pasado esa noche en que murió Lupe”, adelanta la autora.
MEXICAN SPITFIRE
María Guadalupe Villalobos Vélez, conocida como Lupe Vélez y reconocida por su temperamento como la Mexican Spitfire, nombre que da título a la serie de películas que la actriz protagonizó en los años 40, nació en San Luis Potosí, y estudió en un colegio de monjas en San Antonio, Texas.
Para ayudar a su familia se salió del colegio y comenzó a trabajar, primero como dependiente en una tienda hasta llegar a cantar y bailar en el teatro de revista de México, en donde se ganó la envidia de otras tiples de la época.
A Los Ángeles llegó con un acta de nacimiento falsa, en la que le aumentaron la edad. Su primera aparición en el cine fue en la cinta El Gaucho (1927) y también se le recuerda en Hollywood Party (1934), en donde actuó a lado de El Gordo y el Flaco.
Su vida amorosa es otro episodio escandaloso en la vida de Lupe. En 1933 se casó con Johnny Weismuller, quien dio vida al mítico Tarzán. Este matrimonio, cuenta Celia del Palacio, fue una bofetada al sistema norteamericano de la época.
“En ese momento había una represión de los matrimonios interraciales, entonces que ella se hubiera casado con Tarzán, era una bofetada al sistema norteamericano, porque además Weismuller era el héroe norteamericano, entonces que una mexicana se hubiera casado con él, era muy trasgresor para la época y ella luchó contra todos estos estereotipos de racismo”, detalla.
En Estados Unidos, agrega Celia, Lupe aún es muy recordada, más que en México. “Sobre todo en la comunidad chicana, porque representa a estos mexicanos que logran triunfar en Estados Unidos, y logran sobreponerse a un terrible racismo y a un terrible racismo con las mujeres mexicanas”.
ENTRE EL AMOR Y EL OLVIDO
De sus amores también se recuerda a Gary Cooper, con quien Lupe protagonizó The wolf song (1929); y del actor mexicano Arturo de Córdoba, protagonista, a lado de Vélez, de las películas La Zandunga (1937) y Naná (1943).
También se habla de su relación con el actor Harold Ramond, de quien se supone Lupe Vélez estaba embarazada, un embarazo en el que Harold no estaba de acuerdo, motivo por el cual la actriz se suicidio a la edad de 36 años, tomando seconal, mientras estaba en una fiesta que ella misma preparó para celebrar su santo, el día en que en México se celebra a la Virgen de Guadalupe, de quien era devota.
“En realidad fue una vida muy interesante más allá del glamour de Hollywood, como la parte más íntima de ella, la parte más psicológica, tratar de entender por qué hacía las cosas que hacía, su tristeza, su abandono, su vacío interior, todo eso lo quise retratar en este libro de Hollywood era el cielo”, añade la autora.
Después de haber presentado en Querétaro el libro Hollywood era el cielo, a través de la Librería Cultural del Centro, el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA), y con los comentarios del escritor Fernando Pérez Valdez, Celia del Palacio presentará esta obra en Monterrey, Hermosillo y en la Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara 2014.
Y continuando con esta labor de darle voz y revivir la historia de las mujeres, la escritora ya trabaja en nuevas novelas, con la vida de la primera mujer feminista en México, Hermila Galindo, y la pintora María Izquierdo.