Daniela Rincón creyó que no encontraría el amor ideal... menos el éxito profesional. En su adolescencia, la actriz y videobloguera creía —como muchas mujeres que tienen sobrepeso— que para triunfar tenía que lucir como las modelos de pantalla: delgadas, hermosas y sin un cabello fuera de lugar. Ahora vive una prueba en la que su carrera y vivencias le han demostrado lo contrario. “Las personas estereotípicamente atractivas no son las únicas con historias que contar. La vida, el amor y la experiencia me lo han enseñado”.

Rincón proyectó en 2014 la vivencia de mujeres con sobrepeso, cuando dio vida a Carmen en el filme Paraíso, donde personifica a una mujer amante de la cocina que ve cómo se destruye su matrimonio debido a su físico.

Actualmente Daniela apoya en su blog la campaña #BodyPositive, que nace en Estados Unidos y reconoce la belleza en todo tipo de cuerpos y tallas, y donde fomenta hábitos saludables para mejorar la calidad de vida.

Pero esta lucha no es tan sencilla. Por eso la humorista Caro Campos asegura que ella prefiere evitar esas etiquetas: “No soy una comediante gordita, soy comediante... y punto”.

Campos asegura que la comedia le ha resultado muy útil para tomar con tranquilidad cualquier situación, incluyendo su cuerpo. Cree que es necesario erradicar el punto entre la obsesión de cumplir con el estándar y que los medios de comunicación apoyen a cualquier tipo de artista que no luzca como se ha enseñado.

“Bien, no me queda la talla cero, pero me queda la 11 y soy muy feliz. Lo paso bien, siento que soy hermosa y bella”, dice la standupera

Con más 40 años de trayectoria, Regina Orozco asegura que lucha día a día en contra de los prejuicios, por no ser un estereotipo y “la creencia social de cómo tiene que ser una mujer”.

“Hay días que no sé qué hacer con mi cuerpo”, argumenta al respecto de cómo lidia con la percepción que en ocasiones tiene sobre su físico. “Pero estando arriba de un escenario, entre más honesta sea, más amor y respeto le tenga a mi cuerpo, y no me adapte a los prejuicios, mejor me siento”, asegura la cantante quien se encuentra preparando su nuevo disco de corte ranchero Canciones para agarrar el alma.

En una industria donde se vive de la apariencia las personas que no van de acuerdo con el modelo de belleza se ven segregados y relegados.

La carrera en el espectáculo llega a ser el verdugo que impone, juzga y critica por la talla.

En eso coincide Lupita Sandoval, quien al principio de su carrera personificó a la gorda Petunia en la serie de los 80 Cachún cachún ra ra.

“Ese papel me estigmatizó, me encasilló. Me ha costado trabajo salir de ese cajón, pero no ha sido imposible. Me siento muy bien y reconocida por mi talento y lo que hago. Los productores deben checar el talento de la gente, no encerrarse en el dicho de que ‘el cuerpo vende’”, expresa.

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