Panda tiene nuevo álbum, que lleva el mismo título de su gira.

Bonanza Tour es su nombre y abarrotó de adolescentes el Auditorio Nacional.

Con una enorme pintura a sus espaldas en la que aparecía un cuervo acompañado por otras aves, el grupo de Monterrey, ganador en 2006 de tres premios del canal MTV, tocó con muy altos decibeles.

En la mayoría de las canciones, los niveles de los instrumentos opacaban la voz de José Pepillo Madero, y él, por más que gritaba al micrófono, no se le entendía muy bien.

Se escuchaban más los tamborazos de Jorge Kross Vázquez o la guitarra de Arturo Arredondo, que ensombrecía el bajo de Ricardo Treviño, debido a la saturación del sonido.

La austeridad del escenario contrastó con los títulos —nada cortos—, de las canciones que tocaron. Salvo tres temas llamados “Aforismos”, “Amnistía” y “Muñeca”, los demás nombres son muy largos, como “Huésped en casa propia”, “Las mil y una camas”, “Cita en el quirófano”, “Te invito a mi fiesta”, “So violento so macabro”, “Envejecido de barril de roble”, “Sólo a terceros”, “Tres más uno”, “Color negro pasión”, “Los malaventurados no lloran”, “Procedimientos para llegar a un común acuerdo”, “Cuando no es como debiera ser”, “Disculpa los malos pensamientos”, “Hombre de lata”, “Romance en re sostenido”, “Ya no jalaba”.

Pero está claro que es lo de menos para sus púberes fanáticos, quienes prefirieron estar de pie bailando danzas y coreando las letras.

Vestidos con ropa informal, como pantalones de mezclilla y camisetas, los integrantes de Panda jugaron y se divirtieron en el escenario, en el que destacó la cabellera verde del baterista Jorge Vázquez.

Durante un breve intermedio, los fans aprovecharon para felicitar a Madero y cantarle “Las mañanitas” por su cumpleaños reciente, aunque el músico pareció no escuchar porque estaba en su camerino.

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