Con un gran homenaje a la escritora e investigadora gastronómica Diana Kennedy, quien recibió un reconocimiento por su labor de las manos de Duncan Rushworth, embajador de Reino Unido, se llevó a cabo la quinta edición del Festival Morelia en Boca.

En el marco de su distinción, la célebre escritora británica Diana Kennedy, quien se ha hecho acreedora de la Orden del Águila Azteca, máxima presea que entrega el gobierno de México a los extranjeros por sus contribuciones al país, dio un breve mensaje a los asistentes.

La Casa de la Cultura de la capital michoacana fue la sede para este festival, que en su primer día recibió a sus participantes gastronómicos, quienes presenciaron este merecido homenaje y, por supuesto, la inauguración de Morelia en Boca, que fue encabezada por Salvador Jara Guerrero, gobernador del estado.

Crisol culinario

Durante tres días, la capital de Michoacán se vistió de fiesta para ofrecer una gran exposición de platillos y de productos locales, así como talleres y conferencias a cargo de reconocidos expertos en la gastronomía.

Ejemplo de ello fueron las chefs mexicanas Yérika Muñoz y Josefina Santacruz, a quienes les tocó compartir con el público la cocina de especias y sensaciones, a través de la unión de hierbas, semillas y ralladuras. Por su parte, al cocinero Aquiles Chávez le tocó unir su talento al de Rosalba Morales para hablar sobre la tarea de un chef y una cocinera tradicional.

Martha Zepeda y Gabriela Ruiz, abordaron el tema de la cocina del sur de México, la cual cuenta con tesoros como el cacao y la necesidad de integrarlo en sus propuestas culinarias.

Entre los chefs que estuvieron invitados en esta edición de Morelia, destacó la presencia de Alfonso Cadena Rubio, de Hueso, Guadalajara; Abel Hernández, de Eloise, ciudad de México; Darren Walsh, de Lula Bistro, Guadalajara; Fernando Martínez, de Yuban, Distrito Federal; Francisco Ruano, de Alcalde, Guadalajara; Jonathan Luna, Le Chique, Puerto Morelos; y Pablo Salas, de Amaranta, entre otros.

Exquisitos banquetes

Además de participar en algunos foros en el Centro Cultural, los chefs huéspedes y locales demostraron su talento ante los fogones, en tremendas cenas ofrecidas en los restaurantes de mayor reconocimiento de Morelia.

En esta parte, los amantes de la alta cocina pudieron disfrutar de grandes agasajos gastronómicos realizados por varios chefs en conjunto, como fue la cena ofrecida en San Miguelito (a beneficio de la fundación Diana Kennedy), a cargo del chef Aquiles Chávez y Rosalba Morales.

En el tema de los maridajes, estuvieron presentes vinos de Monte Xanic y de Alsacia, además de Casa Madero, entre otros.

El folclor del estado michoacano, la riqueza de las cocineras tradicionales de la región y el toque vanguardista de los reconocidos profesionales en artes culinarias, fueron la columna del festival, que de nueva cuenta reunió en la Casa de la Cultura a productores, cocineras, y muchos elementos que conforman la gastronomía nacional, sobre todo, la de Michoacán.

Guisos de tradición

Como ya es una costumbre, en este festival gastronómico estuvieron presentes las cocineras tradicionales, con un menú diferente cada día, de esta manera, los asistentes pudieron degustar los tacos de charal, las gorditas de guisado y las truchas en mole de Antonia González, de la localidad de Tarerio.

Las clásicas corundas, los buñuelos de la región y la atápakua (guiso de origen prehispánico) de calabacita, especialidades de Amparo Cervantes de la región de Tzurumutaro y el afamado mole de queso, la atápakua de pescado seco, la atápakua de zetas y los nacatamales de Benedicta Alejo de San Lorenzo, que ya son toda una celebridad en la cocina michoacana.

Chefs apoyan cocina tradicional

En el marco de la muestra culinaria, los chefs Israel Montero y Alfredo Chávez, fieles colaboradores de Morelia en Boca, develaron una gran sorpresa en el restaurante San Diego, la colaboración en la cocina de dos mujeres nativas de Michoacán que, como tantas otras, han encontrado en la cocina el sustento económico para mantener a sus familias.

Rosario Lucas y Guadalupe Hernández, originarias de Santa Fe de la Laguna, municipio de Quiroga Michoacán, al lado norte de Pátzcuaro, fueron las encargadas, junto con los citados cocineros, de elaborar el menú presentación de este restaurante, que para la ocasión estuvo conformado de un atractivo plato de botanas de la casa, sopa tarasca, mole de queso, atapákua de chiles rojos, xanducata de hierbas, pastel de uchepo y postre de aguacate, entre otros guisos, con el cual estas mujeres conquistaron el paladar y el corazón de los comensales.

Secretos de familia

Guadalupe Hernández señaló que ellas aprendieron a cocinar desde pequeñas, sus abuelas fueron las encargadas de enseñarles a moler el nixtamal para los atoles, para las tortillas, luego enseñarles a preparar salsas empleando diferentes tipos de chiles, que es lo que una mujer purépecha debe saber, y hasta los 15 años comenzaron a preparar platillos típicos de la región.

Añade la cocinera que ahora comenzarán a trabajar aquí con los chefs (Israel y Alfredo), y es una gran oportunidad para que sus platillos y su cocina prehispánica alcance un buen nivel de presentación ante el comensal.

“Nosotras somos ribereños venimos de esa parte de la entidad y la presentación que hoy hicimos fue con productos que sembramos en nuestros traspatios, y cosechamos, no compramos sino recolectamos las hojas y los quelites”, explica la entusiasta michoacana.

Sobre el beneficio directo que obtendrán al trabajar en el restaurante San Diego, destaca Guadalupe que será muy importante para sus familias este apoyo que les otorgan.

“El problema de Michoacán es que ya no hay turismo, nosotras eramos alfareras y ahora tenemos que sobrevivir a través de la cocina. No habíamos trabajado como cocineras, pero lo sabemos porque aprendimos a hacerlo desde niñas y hacemos de comer en nuestras casas, para nuestras familias; sabemos nuestras recetas y gracias a los encuentros de cocineras tradicionales, comenzamos a participar y a la gente le gustó lo que traemos, entonces nos capacitamos en higiene y en todo lo que se requiere para que hagamos un buen trabajo, además de que contribuimos a preservar los platos más representativos de nuestra entidad”, expresa.

Cabe destacar que las cocineras tradicionales son un orgullo michoacano, y resguardan la diversidad gastronómica de varías culturas de la entidad, como la purépecha, la otomí y la mazahua, por lo que su presencia es fundamental en festivales como Morelia en Boca.

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