Cráneos, catrinas, esqueletos y huesitos de azúcar, chocolate, amaranto, barro, oro, plata y otros metales, madera, cerámica horneada, hoja de maíz, vidrio, cartón, en fin, la muerte en México se reproduce en múltiples formas, materiales y colores.
En cada estado de la República, según sus creencias y costumbres, celebran a la muerte. En algunos casos con mucha solemnidad, pero en gran parte del país es una gran fiesta, llena de risas y recuerdos.
Es una tradición montar ofrenday adornar las casas con artesanías referentes al tema, piezas que van desde las más tradicionales hasta las piezas más contemporáneas. También están los objetos de uso personal, como collares y pulseras.
Laura Espinosa, diseñadora originaria de Puebla, tiene 10 años trabajando el barro policromado, y para la celebración del Día de Muertos, crea diferentes piezas con la figura de la muerte.
“Tratamos de recuperar este simbolismo pero trayéndolo en piezas más contemporáneas, por ejemplo en este caso los collares y pulseras, los llaveros, pero siempre recordando esa parte mística que siempre le hemos dado a la muerte, a los cráneos, en México”, refiere la diseñadora.
Los principales compradores de estas artesanías siguen siendo los mexicanos. A los extranjeros, explica Laura, “si les cuesta un poco de trabajo ver este tema como lo vemos nosotros, porque ellos les da más miedo tocar el tema de la muerte, que a nosotros, porque nosotros siempre hemos convivido con ella, desde lo gastronómico, con las calaveritas de dulce, las ofrendas. A ellos no les llama tanto la atención como a los nacionales, ellos lo ven como desde otra perspectiva, porque no han convivido tanto con la muerte como nosotros”.
El muerto quiere dulce. Zacatecas, estado vecino de Aguascalientes (lugar donde nació José Guadalupe Posada el creador de la Calavera Garbancera, bautizada Catrina, por Diego Rivera), también se hace una magna celebración con sus altares y ofrendas.
Además de salir a las calles gritando: “El muerto quiere camote”, tradición en la que se viste a un niño de muerto y se le carga en hombros, para recorrer las calles.
Antiguamente, a los que participaban en esta procesión se les regalaba camote con piloncillo, de ahí la frase: “El muerto quiere camote”. María Cristina Rodríguez, de Casa de Artesanías de Zacatecas, dice que esta tradición sigue en uso, aunque ya no hay dulces de todo tipo.
De las principales artesanías de Zacatecas, relacionadas con la celebración de Día de Muertos están las calaveras y catrinas de cerámica, en plata y hasta en hoja de maíz.
En Querétaro la reproducción de calaveras y cráneos hechos de cartón son de las principales piezas que se vende. Pero en todo México, hay una gran cantidad de artesanías referentes al Día de Muertos, que demuestran la creatividad de sus artistas.