Para Diego Bugallo, crear su negocio de sastrería no fue suficiente; el joven emprendedor quería innovar y lo logró. Constituyó un servicio de sastrería a domicilio con tiempos récord de entrega, pues cada uno de sus trajes se entrega a los clientes en menos de 15 días.

“Yo quería superar la calidad de las grandes tiendas de moda internacionales y lo logré. Mi marca habla por sí sola, habla de lujo y de calidad”, señala.

Inicio

Diego Bugallo es egresado de la carrera de Creación y Desarrollo de Empresas por el Tecnológico de Monterrey, campus Querétaro. Su historia como emprendedor comenzó con una tienda en línea de pañuelos y corbatas, posteriormente trabajó durante varios meses para una importante tienda de moda masculina, de talla internacional, ahí comprendió la importancia de ofrecer trajes a la medida, pues de lo contrario varios clientes rechazan el guardarropa si éste no se ajusta perfectamente a sus tallas.

“Trabajé en algunas tiendas de moda muy importantes y me di cuenta de la importancia de la ropa para nuestros clientes, que sea a su medida, la mayoría de la gente iba de tienda en tienda buscando algo específico, algunas veces no compraban la prenda porque algún aspecto no quedaba a su medida, por ejemplo, el cuello de alguna camisa no se ajustaba como ellos querían y se iban sin comprar nada. Yo quería reducir el tiempo que la gente invierte en la búsqueda de un traje ideal y también necesitaba a alguien que fabricará los trajes en tiempo récord”, recuerda.

Su fin es darte un traje a la medida
Su fin es darte un traje a la medida

Así fue como decidió instituir una sastrería de lujo y con un servicio de entrega mucho más rápido que cualquier otro negocio. Lo primero que hizo fue contactar a los mejores proveedores de Querétaro para realizar los trajes y camisas de sus clientes, pero no se sintió conforme con la calidad de las telas y consiguió proveedores internacionales, capaces de entregar los trabajos en menos de un mes.

De esta forma, Diego Bugallo asiste a las casas u oficinas de sus clientes para tomar las medidas necesarias, muestra a sus clientes los tipos de tela, botones y forros, y una vez que todo está seleccionado el trabajo se envía a los sastres.

Concepto

El emprendedor asegura que la calidad, la rapidez y la asesoría especializada en moda masculina son los aspectos que diferencian a su empresa de cualquier otra sastrería tradicional. Asegura que a lo largo de este primer año de vida de la empresa Bugallo, las recomendaciones de sus clientes han sido la mejor promoción.

“En promedio, la gente gasta seis u ocho horas en buscar algo que le quede más o menos bien, un sastre se tarda entre uno y tres meses en entregar un traje, sin contar las dos o tres veces que tienen que hacer pruebas. Lo que yo hago es que tengo 14 diferentes trajes en diferentes tallas para que acorde a tu peso y estatura se pueda elegir el más adecuado, te los pruebas y yo me doy cuenta de los ajustes necesarios, como el ancho de las mangas, el largo del pantalón, etcétera. Se toman medidas especiales del cliente”, explica.

“El proceso que yo llevo de principio a fin es ‘artesanal’, completamente personalizado, no es lo mismo tratar con un abogado de 35 años o con un alumno de 24 años, los tiempos de entrega son récord y si es necesario tenemos entregas express de 13 a 16 días, además la calidad habla por sí misma, la mayoría de clientes llegan por recomendaciones. Tenemos clientes en Querétaro, Ciudad de México, Guadalajara, Celaya y San Miguel de Allende. La marca habla por sí sola, transmite lujo y calidad”, comenta.

Su fin es darte un traje a la medida
Su fin es darte un traje a la medida

Problemáticas

Uno de los principales retos a los que Diego Bugallo se enfrentó como emprendedor fue con el diseño correcto de la imagen de su empresa, pues esta debía proyectar lujo y calidad, una vez que lo logró vino un segundo obstáculo, la resistencia de algunos clientes, acostumbrados al servicio tradicional de sastrería.

“El primer obstáculo fue crear la imagen corporativa de una marca premium, yo me encargo de marketing, finanzas, ventas, etcétera. Lo difícil fue plasmar la idea de una marca de lujo. Me ayudó mucho que amigos y familiares me compraran, porque eso me servía para mostrarle mi trabajo a los clientes. Al principio, la gente tenía desconfianza y me pedían, por ejemplo, sólo una camisa, porque hay muchos clientes que estaban acostumbrados a visitar al sastre en su taller, era algo nuevo para ellos”.

Planes a futuro

Entre sus planes a futuro, Diego planea fortalecer el servicio de creación de zapatos a la medida, aunque actualmente ya ofrece este servicio con piezas que son hechas en León, Guanajuato.

También, planea ofrecer un servicio de asesores de imagen, es decir, personal que en nombre de Bugallo recomiende a los clientes qué vestir, qué tipo de tela usar, cuál es el traje más conveniente para cada persona, entre otros aspectos importantes para la etiqueta masculina.

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