La familia Mora Hernández, creadores de la salsa Nayá, que hoy se vende en tiendas de supermercado, ha decidido apostarle a un nuevo concepto y crear así La Pizzoleta, una pizzería muy queretana que ofrece especialidades como pizza de flor de calabaza o de cecina.

Mario y Marco Mora Hernández son los hermanos que durante la pandemia decidieron probar suerte para vender pizzas, iniciando con un concepto dark kitchen, también conocido como “modelo fantasma”, un tipo de negocio que se enfoca en la elaboración de alimentos exclusivamente para la venta a domicilio, el cual logró crecer hasta tener hoy en su primera sucursal física.

Los hermanos provienen de una familia emprendedora, pues su madre cuenta con una imprenta desde hace 30 años, de las primeras que se instalaron en Querétaro y gracias a su ejemplo, tanto Mario como Marco, han emprendido diversos proyectos que han logrado llegar lejos.

La Pizzoleta, el negocio de dos hermanos que nació durante la crisis
La Pizzoleta, el negocio de dos hermanos que nació durante la crisis

Prueba de ello es salsa Nayá, con la que lograron incursionar en supermercados y participar en varias giras de negocio a nivel internacional, donde llevaron su producto hasta Dubái y China; sin embargo, la pandemia vino a cambiar todo y sabían que no podían quedarse en un solo proyecto.

“En 2020 no nos fue tan mal, pero en 2021 ya no, o sea, las cosas han cambiado tan rápido, que 2021 fue otra historia completamente diferente y en ese inter fue que mi hermano empieza a decir: ‘oye, por qué no hacemos las pizzas’ y en noviembre de 2020 fue que ya pudimos empezar como dark kitchen”, comenta Mario.

Por su parte, Marco recuerda que desde pequeño siempre le han gustado las pizzas, pero “nunca jamás en la vida me vi de pizzero”; sin embargo, en la pandemia se vio con la necesidad de definir de dónde obtendría ingresos, pues estaba por terminar la carrera y ante la incertidumbre de una emergencia sanitaria, siguió el ejemplo familiar y optó por emprender en un negocio propio.

Me enseñaron a preparar [pizzas], pero empezando con pinitos de: a ver cómo sabrá con esto, hasta que llegamos a la conclusión de cómo formar la masa, después buscar el proveedor de queso, estuvo muy cañón la búsqueda de proveedores porque está muy amañado porque o son caros y feos o son carísimos y buenísimos o son intermedio, hasta que encontramos, después de tantas pruebas, lo que tenía que ser y dijimos: va, lo hacemos en el horno de la casa”, relata.

Aunque la idea inicial de Marco era comenzar a hornear sus  creaciones en el horno de su casa, sus padres, como buenos emprendedores, se negaron a ello y optaron por invertir en la compra de un horno donde se empezaron a crear sus primeras pizzas.

La Pizzoleta, el negocio de dos hermanos que nació durante la crisis
La Pizzoleta, el negocio de dos hermanos que nació durante la crisis

“La cocina semiindustrial que tenemos en la casa, en la parte trasera, ahí se prepara también la salsa, la cecina y, en una parte chiquita, acomodamos el horno y empezamos a adaptar”, comenta.

Fue una amiga de Marco, quien trabajó en una pizzería, la que le enseñó a preparar las creaciones, aunque se le dio un toque particular para que tuviera un sabor propio, comenzando las primeras pruebas entre septiembre y octubre de 2020, en noviembre de ese mismo año comenzaron a vender al público, únicamente con servicio a domicilio.

“El cómo empezamos a vender fue literal por WhatsApp, redes sociales, ahí empezamos a agarrar clientes, en febrero y marzo [de 2021] se compró la moto y a repartir así, y por lo mismo de pandemia fue que se empezó a vender bien, ahí fue el momento disruptivo donde WhatsApp comenzó a ser de ventas”, señaló.

Ubicados en la colonia Reforma Agraria, segunda sección, La Pizzoleta abrió recientemente sus puertas con gran éxito y, para su conformación como empresa, se hizo desde un principio bajo el formato de franquicia, contando con toda la estructura lista para que, en el momento en que se decida, comenzar a franquiciar la firma.

Traspasan fronteras

Fue con la salsa Nayá con la que la familia Mora Hernández logró posicionarse en el mundo desde hace 10 años, logrando incluso participar en el programa Shark Tank, siendo en el primer proyecto queretano en lograr un “deal” (trato) en 2016; sin embargo, la pandemia no pasó sin dejar huella en este proyecto.

“El auge de salsa Nayá fue entre 2014 y 2016, y si logramos estar en otros estados, y hemos tenido como tres misiones comerciales al extranjero: Estados Unidos, China y países árabes que fue Emiratos Árabes Unidos y Qatar, personalmente yo fui a tres, dos veces a Estados Unidos y a Emiratos”, dijo Mario Mora.

Además, salsa Nayá está actualmente de venta en una tienda de autoservicio, aunque su producción se ha visto disminuida porque “la pandemia destrozó a la mayoría de nuestros proveedores, entonces actualmente está como frenada, pero no nos vamos a dejar, tenemos que salir adelante”, afirma.

Salsa Nayá forma parte de los productos que arropa Conceptos Narí de México, a través del cual ofrecen también salsa macha, cecina seca, dulces de tamarindo y ahora, también pizzas.

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