El caso de Gabriela Sevilla ha causado confusión entre la población peruana, pues aunque en un principio la mujer denunció que fue raptada mientras iba al hospital a dar a luz, la Fiscalía presentó pruebas que comprobarían que Sevilla nunca estuvo embarazada.
"El Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público concluyó que la joven reportada como desaparecida no presenta signos clínicos de gestación, parto reciente ni antiguo; aunque sí muestra lesiones traumáticas corporales recientes”, indicó el comunicado de las autoridades.
Ante este giro en el caso, Sevilla, de 30 años, aseguró ante los medios de comunicación que "tiene todos los papeles" en su casa que comprueban la existencia de su hija, y que no le han realizado los exámenes de manera adecuada.
"Quiero pensar que como no terminaron de hacerme los exámenes, es que ellos piensan que no pudo haber un embarazo (...) fue una persona que vino y me reviso, los exámenes de sangre, de orina, ninguno me los llegaron a hacer. A mí me gustaría que me terminaran de hacer todos los exámenes completos antes de lanzar un comunicado de esta manera", explicó.
La denuncia de Sevilla
La mujer comentó que el pasado miércoles se trasladó al hospital desde su casa, ubicada el distrito de Surco, en Lima, porque había roto fuente. "El día 19 de octubre, en horas de la tarde, presenté un sangrado (...); por tanto, decidí ir a la clínica Internacional de San Borja, comunicándome con mis padres", relató a 'Perú21'.
Tanto su familia como su pareja estaban lejos de la clínica, por lo que ella decidió salir y tomar un taxi para llegar al lugar, donde se encontraría con sus seres queridos. Sin embargo, Sevilla contó que el conductor tomó una ruta extraña.
“Luego de ello, yo seguí con el dolor de parto y de ahí no recuerdo nada (...) Desperté en un cuarto donde se encontraban dos varones y yo me encontraba en el piso, empecé a pujar hasta que nace mi hija y no lloraba. Luego, me quedé dormida por un tiempo de tres horas", añadió para 'Perú21'.
Mencionó que la amenazaron diciéndole que, si denunciaba a sus agresores, la iban a matar a ella y a su familia, por lo que salió de allí luego de haber pasado más de 24 horas desaparecida.
"Salí por un descampado donde caminé unas 10 cuadras, llegué a un lugar oscuro donde me senté y se me acercó una persona de sexo masculino, indicándome que si quería marihuana, a quien le pregunto la dirección y me indica que era el paradero 8 de Nueva Esperanza", relató.
Sevilla presentaba golpes y muestras de un presunto ataque. Aunque llegó a su casa, presentó ante la Policía la desaparición de su hija. No obstante, su versión empezó a ponerse en duda cuando el Ministerio Público concluyó que nunca estuvo embarazada.
¿Qué sigue en su caso?
A pesar de que Sevilla dice estar dispuesta a realizarse más exámenes, Willy Huerta, ministro del Interior de Perú, dijo para el diario 'El Comercio' que la mujer ha estado reacia a colaborar.
“Después de haber sido atendida clínicamente por los médicos del hospital Militar no se ha determinado que haya habido embarazo.
Clínicamente, hasta el momento se ha determinado que la señorita no ha estado embarazada”, agregó Huerta.
Mientras que las autoridades continúan con las investigaciones, Sevilla insiste en que su hija está desaparecida. "Quiero pensar que todo esto ha sido un error (...) Yo misma voy a buscar a mi bebé", dijo.
Por otro lado, el hospital en el que fue atendida se limitó a decir que la historia clínica de la paciente tiene carácter reservado.
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