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Perseverancia, creatividad, entrega y pasión por lo que hace, son cualidades que distinguen al diseñador queretano Carlos del Toral, quien aprovechó al máximo su estancia en Italia en donde aprendió de grandes firmas de la moda como Nina Ricci, Dolce & Gabbana y Valentino durante más de tres ‘mágicos’ años que no cambiaría por nada en su vida
Los inicios de Carlos del Toral en el mundo de la moda surgieron cuando estudiaba Diseño Gráfico, su gusto por el espectáculo, las revistas de celebridades, personajes del ámbito político y social y de la nobleza europea le llevaron a incursionar en este arte.
“Creía en ese momento que hacer algo hermoso con la ropa iba a poder acercarme a esta manera de vivir, así que tuve el valor de intentar estudiar moda, teniendo como antecedente el Diseño Gráfico, la facilidad para el dibujo, el color y las formas”, relata Carlos del Toral.
Luego de estudiar la carrera en Diseño de Modas y descubrir que realmente era lo suyo, el queretano realiza una especialidad en el DF y posteriormente regresa a su tierra natal para desempeñarse como profesor en el Tec de Monterrey y diseñar el vestuario para obras de teatro dentro del mismo campus universitario.
Su gran talento lo llevó a crear vestidos para novias, graduaciones y fiestas para sus propias alumnas y algunas compañeras y es cuando se da cuenta de la potencialidad que tiene este mercado por lo que decide hacer una pausa en su trabajo y en su vida en México.
Motivado y con ganas de triunfar, viaja a Italia para continuar con sus estudios en alta costura y sastrería durante año y medio, además de desarrollarse profesionalmente en la casa de moda italiana Mariage, Group Italy, con gran proyección en Europa y el Medio Oriente, situación que le llevó a conocer otros mercados.
Sin embargo, su ambición por establecer un taller propio, le hizo retornar a Querétaro cinco años más tarde y fundar la empresa que lleva su nombre.
¿Cómo surge Carlos del Toral y cómo se ha posicionado?
Regreso a México con muchísimas ilusiones y ganas de formalizar mi proyecto profesional y personal, con la pasión y entrega en cada uno de mis diseños y con el objetivo de satisfacer al cliente. A través del tiempo, esta pequeña empresa se va consolidando y tengo la fortuna no sólo de mantenerme, también de crecer y proyectarme a través de mi trabajo, en otros estados, incluso países porque gente que llega a mí vive fuera de México. Como todo al principio, han sido muchas las dificultades superadas gracias a la firme convicción, al apoyo de mi gente, amigos y familia que es fundamental para mantener la energía y ganas suficientes de que esto prenda chispa.
¿Cuál es tu especialidad en cuanto a diseños?
Realizamos vestidos de novia, de alta costura y de fiesta, hemos abarcado el rubro a petición del cliente. Los diseños de gran gala y de fiesta generalmente son dirigidos a las mamás de los novios, a algunas invitadas y, en menor medida, a las damas de honor. También creamos vestidos para quinceañeras, graduaciones y reinas, prácticamente estamos enfocados en este rubro que resulta muy cómodo para nosotros y en lo personal me gusta mucho porque trabajamos con telas preciosas, con colores diferentes y detalles muy personales de bordado con diversos materiales que nos dan la posibilidad, aparte de crear cosas totalmente diferentes, también de divertirnos.
¿Cuál es la técnica que empleas en la elaboración de tus diseños?
Tuve la oportunidad de estudiar primero aquí en México una técnica de corte y de confección, bastante buena, que es la base para hacer mi trabajo, pero necesitaba aprender más para llegar al nivel deseado, quería utilizar telas bastante rigurosas en cuanto a manufactura y técnica de trabajo. Entonces tuve la oportunidad de aprender la antigua técnica italiana adoptada de los franceses, que hablando de moda, son las culturas más importantes. En esa escuela italiana se adoptaron las técnicas francesas y algo de la sastrería inglesa para lograr una sastrería italiana única y tener su sello particular. Yo aprendí esa técnica puramente artesanal, todo se hace a mano, al interior y exterior para que la prenda se vea limpia, pulida, perfecta.
¿Para quién diseñas?
El mercado al que va dirigido mi producto está muy bien definido. Las personas que llegan conmigo saben lo que quieren, una prenda hecha a su medida y con características únicas para ellas, si bien es gente que puede comprarse cualquier vestido que vea en cualquier lugar del mundo, yo tengo el honor de que me elijan porque les doy la atención adecuada. Mis diseños van dirigidos a las mujeres que saben de calidad, que tienen gusto por los detalles y que están dispuestas a vivir una experiencia inolvidable en sus vidas.
¿Cuánto tiempo te lleva la creación de un vestido?
Varía, pero generalmente la gente que viene conmigo asiste desde seis meses hasta un año antes de su boda o evento para poder desarrollar la idea y empezar a trabajarla. La elaboración de los vestidos generalmente tarda semanas y a veces meses por el tipo de confección y detalle. Siempre trato de dar a mis clientas la mayor tranquilidad en cuestión de tiempos, no podría decir exactamente cuántas semanas porque nunca trabajamos un solo vestido en el taller, son varios a la vez y conforme va cambiando el cuerpo de la clienta, porque adelgaza, lo vamos ajustando.
¿Que te inspira?
La vida misma, las ganas de crear y de transmitir belleza, estoy enamorado de la belleza en todas sus vertientes, desde lo natural hasta lo inerte. Me inspira la curiosidad, el que diariamente llegue a mí una persona con una idea y tener la capacidad, en pocos minutos, de poder leer la personalidad de cada quien y entender lo que desea. La inspiración puede llegarme desde lo auditivo, a través de la música; desde lo visual con los cuadros, pinturas, objetos, videos, flores. En realidad me encanta el color, el arte mexicano y contemporáneo, la historia, otras culturas y las propuestas de muchísima gente talentosa, de todo esto me enriquezco, porque si bien es cierto yo tengo un estilo y una cierta personalidad, al momento de diseñar tengo que estar atento, ser muy versátil porque el estilo de cada cliente puede ser muy distinto al mío.
¿Cuál es tu mayor reto en la creación de vestidos de novia?
Mi mayor reto siempre es encontrar el modelo de los sueños de la chica y que sobre ella cobre vida, dejarla satisfecha y contenta. Siempre trato de ponerme en el lugar de mis clientas, porque yo soy muy exigente con mis cosas personales y profesionales, así que si yo fuera la novia me gustaría que mi prenda tuviera esos detalles de calidad, de belleza y de comodidad para que ese día tan especial sea inolvidable.
¿Cuáles son los proyectos de Carlos del Toral?
Quiero mucho. He logrado grandes cosas, pero sigue la expansión de mi línea, no sólo en Querétaro, también fuera del estado, ya estoy en el DF pero tengo que consolidarme. El proyecto también abarca Monterrey y Guadalajara, lugares importantísimos en el mercado nupcial del país. Por su puesto que tengo la mirada más allá de México, pero estoy cierto de que los grandes proyectos necesitan trabajos desde casa para lograr bases sólidas, quizá a pasos cortos pero firmes sin perder de vista, claro, el punto al que se quiere llegar.