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La tormenta tropical Harvey podría provocar escasez de combustible en América Latina después de que se paralizaron la producción de gasolina estadounidense en alrededor de 1 millón de barriles por día y las exportaciones de diesel, que típicamente están destinadas a países como México.
Harvey llegó a Texas el viernes como el huracán más fuerte en más de 50 años que haya golpeado al estado, el corazón de la industria de petróleo y gas de Estados Unidos.
Estados Unidos es el mayor exportador neto de combustible del mundo y la mayoría de esos envíos salen desde puertos de Texas y Louisiana. Harvey cerró los terminales de Corpus Christi y Houston en Texas, los principales para combustible.
"Cualquier hiato de exportaciones de productos refinados de los Estados Unidos es muy perjudicial para la cadena de suministro, dada la dependencia de países como México y otros latinoamericanos de Estados Unidos", dijo Michael Tran, director de estrategia energética global de RBC Capital Markets.
"La dependencia de los productos estadounidenses es particularmente importante este año dado que muchas refinerías de Centro y Sudamérica están funcionando en niveles bajos".
Países latinoamericanos como México y Venezuela se han vuelto cada vez más dependientes de las importaciones, porque no han invertido en la expansión de las refinerías para atender una demanda creciente.
Estados Unidos exportó 2.49 millones de barriles por día (bpd) de productos refinados y 100 mil bpd de crudo a Latinoamérica en el primer trimestre, de acuerdo con la Administración de Información de Energía. Más de 950 mil bpd terminaron en México, el mayor mercado de ultramar para el combustible fabricado en Estados Unidos.
México depende de los combustibles estadounidenses para satisfacer casi las tres cuartas partes de su demanda interna de gasolina.
Un portavoz de la petrolera mexicana Pemex dijo que sus inventarios de gasolina y diesel eran suficientes para compensar cualquier déficit en la oferta que podría provocar Harvey.
El funcionario no detalló los volúmenes que México tiene en existencias ni cuántos días de demanda pueden cubrir los suministros de emergencia.
Aparte de los envíos por mar, Estados Unidos también exporta a México a través de ferrocarril y carretera, pero esos flujos también se han visto golpeados.
Union Pacific Corp, la principal empresa de ferrocarriles de Estados Unidos, dijo que estaba moviendo los vagones que están en patios propensos a las inundaciones y que restringieron los trenes que operan en zonas que probablemente serán golpeadas por los vientos y las lluvias excesivas.