Enrique Malo Flores y Anita Camacho celebraron sus Bodas de Oro en compañía de sus hijos: Oscar Enrique, Víctor Hugo, Mauricio, Iván, Eric, Ana Esther y Alejandra, así como con familiares y amigos en el Club Campestre de Querétaro. La ceremonia religiosa se llevó a cabo en el templo de San Agustín, en donde reafirmaron ante Dios su amor y agradecimiento por estos años en los que han tenido la dicha de compartir una vida plena. “La vida en pareja es una vocación, hay que retroalimentarla a diario, es la forma más completa del ser humano. El estar aquí es producto del desarrollo de una mentalidad positiva y sana, con amor a Dios, al prójimo y a la familia”, expresó Enrique Malo. A la recepción acudieron 200 invitados, quienes pudieron disfrutar de platillos como camarones al coco, róbalo a la navarra y filete de res al oporto. “Estoy muy orgullosa, no es fácil que un matrimonio llegue a esa edad como un matrimonio sano y feliz, es una gran bendición”, dijo su hija, Alejandra Malo. “La historia de amor inició el 2 de marzo de 1963, la cual han llevado a buen puerto, debido al amor, respeto y perseverancia que construyeron con esfuerzo, y que hoy los han convertido en un ejemplo a seguir”, señalaron sus 7 hijos.