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El llamado “nómada de los medios”, Rubén Maya, inaugura hoy la exposición de sus dibujos más recientes bajo el título de “De animalias internas”, además de presentar el libro “Rubén Maya: 15 años de producción bidimensional”. a las 20:00 horas, en el Centro Cultural Manuel Gómez Morín. Con 55 exposiciones individuales y más de 100 colectivas, Maya ha logrado el reconocimiento nacional e internacional por su trabajo en la experimentación plástica, reflexionando sobre la parte oscura del ser humano desde el punto de vista psicológico y filosófico. Miedo, angustia, soledad, locura, mutaciones, destrucción y sombras son las figuras principales en la obra de este queretano que revela tener miedo a la monotonía, “quedarme haciendo lo mismo siempre, estancarme en una sola manera de hacer las cosas, por eso soy un nómada de los medios”. Al momento de la creación, ambienta la atmosfera escuchando música “tecno, saico, ópera y hasta ranchera, dependiendo de la expresión, no me gusta estar escuchando siempre lo mismo”, expresó el artista. Rubén Maya Moreno nació en Huimilpan, Querétaro, en el año de 1964, pero desde muy chico emigró al Distrito Federal, en donde estudió y comenzó a ejercer su carrera, convirtiendo a esta ciudad en una plataforma para la realización de sus proyectos, aunque si le preguntan sobre su origen, él siempre contesta: “Soy queretano de hueso colorado”. Antes de que decidiera entregarse de lleno a las artes plásticas, Rubén pensó en estudiar geografía o actuación, finalmente optó por las artes plásticas porque “era muy tímido para dedicarme al teatro”. Maya realizó sus estudios de Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su maestría en grabado en la Academia de San Carlos. En el 2011 concluyó su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, con una tesis basada en el estudio técnico e historiográfico del papel amate como soporte artístico. A través de un intercambio con el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fonca), realizó en Bogota, Colombia, un proyecto de retratos a artistas emergentes colombianas, sobre el papel amate, “cada una puso su historia, y yo les retraté la identidad mental o de razón a través de su retrato tridimensional”, el trabajo final se exhibió en el Museo Iglesia Santa Clara, en Bogotá.
