El termómetro estuvo al rojo vivo, el saldo se reduce a una dirigencia que goza de la indiferencia, unos diputados que los reprueban sus compañeros  de partido, una excandidata que lo único que se llevó a su casa fueron reclamos y abucheos, exfuncionarios que pasaron sin pena ni gloria y un senador

Hoy todos aquellos personajes que se paseaban con bocinas y su chaleco guinda han hecho poco o nada para reestructurar el partido del presidente en Querétaro, inclusive parte de su dirigencia ha preferido apostarle a la simulación