Dos de cada 10 personas en la zona centro-norte de la República Mexicana, donde se ubica Querétaro, sufren de inseguridad alimentaria moderada y severa, lo que habla de una población sin certeza de consumir alimentos de calidad, cantidad o que inclusive dejan de comer todo un día, informó Elisa Gómez Reyes, Wellbeing Manager de Kelloggs Latinoamérica.

“La seguridad alimentaria es cuando todas las personas tenemos la certeza y podemos acceder en todo momento a alimentos que son suficientes, que son inocuos y además culturalmente aceptables para una vida sana y activa”, explicó.

Sin embargo, señaló que son muchos los factores que pueden influir en que la seguridad alimentaria no se dé, desde variables  económicas, agroalimentarias, nivel educativo y conocimiento de nutrición que tengan las personas, hasta la distribución,  tamaño de la familia y la salud de la misma.

Esta situación, abundó, hace que en México muchas familias vivan en inseguridad alimentaria, pues hay personas que tienen falta de acceso a la calidad de la dieta, así como otras en donde también se registran restricciones en la cantidad que se consume, que es cuando sufren de inseguridad moderada.

“Hay quienes incluso tienen que omitir tiempos de comida, pasar hambre y dejar de comer todo un día, que sería esta población que tiene inseguridad alimentaria severa. Sin duda, este es ya es un nivel de hambre”, agregó.

Resaltó que la emergencia  sanitaria derivada del coronavirus  dejó muchos retos y responsabilidades en materia de seguridad alimentaria, pues en el mundo, tres de cada 10 personas aún sufren de inseguridad severa y moderada, dato que en América Latina se eleva a cuatro de cada 10.

En tanto que para México, destacó, en cinco de cada seis hogares padecen algún tipo de inseguridad alimentaria, lo que se eleva en zonas rurales y personas vulnerables.

“En la zona centro-norte, a la cual pertenece Querétaro, dos de cada 10 personas en nuestra comunidad sufren de inseguridad alimentaria moderada y severa, lo que quiere decir que dos de cada 10, o redujeron la cantidad de alimentos o que pasaron hambre durante los últimos tres meses, esto nos habla de una comunidad que tiene personas que no tienen la certeza de consumir alimentos, ni la cantidad o calidad”, detalló. 

En esta región del país, en donde pertenece el estado, todavía se tiene un 6% de niños con bajo peso, un 8% de niños con baja talla y un 3% de niños con emaciación, un nivel de desnutrición severa que en muchas ocasiones es irreversible, mientras que 5% padecen de sobrepeso y obesidad.

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