Continúa en pausa la construcción de una catedral para Querétaro, indicó Martín Lara Becerril, vicario general de la Diócesis. Se programó durante el obispado de Faustino Armendáriz Jiménez y se detuvo cuando fue nombrado para ser arzobispo de Durango.
Apuntó que otros factores se sumaron para que el proyecto se encuentre frenado fue la crisis por la pandemia.
“Quien ayuda en el tema de la construcción de nuestras iglesias es el pueblo y con un tema de pandemia y con una crisis económica, este momento no era el más ideal para construir nuestra catedral, preferimos nosotros dejar el tema, esperando mejores condiciones de vida. En cuanto haya las condiciones, de manera especial económicas, entonces se favorecerá [el proyecto]”.
Cabe recordar que en octubre del 2018 Armendáriz Jiménez presentó el anteproyecto de la catedral que permitiría a Querétaro tener por primera vez un recinto religioso específicamente creado con ese fin. En septiembre del 2019 fue nombrado arzobispo de Durango por el papa Francisco.
“Sabemos que se hizo un concurso para seleccionar un preproyecto, hubo un ganador, vino después el cambio de nuestro señor obispo, don Faustino [Armendáriz Jiménez] vino la llegada de nuestro nuevo obispo, monseñor Fidencio [López Plaza) y vino el tema de la pandemia”, apuntó Lara Becerril.
El proyecto se había planeado construirlo en un terreno con el que cuenta la Diócesis en el centro sur de la capital queretana; la obra se pensó para, entre otros elementos, dar cabida a 3 mil 100 fieles y 200 sacerdotes; contaría con criptas, más de 11 mil de ellas para los creyentes católicos, más de 300 para sacerdotes, una cifra similar para bienhechores y 30 para obispos.
Entre los elementos de la edificación se había contemplado instalar 12 pilares, una cúpula con cuatro pilares, accesos a la catedral que serían de 33 metros de alto, cifra con la cual se representaría la edad en la cual murió Jesucristo.
También contaría con una capilla en honor al Santísimo Sacramento, esa con capacidad de albergar a 200 fieles.
Se programó tener una capilla y un baptisterio, cada uno para alojar a un mismo tiempo a 150 personas.
