Son apenas las 7 de la mañana y la sala de urgencias en el Hospital del Niño y la Mujer ya está repleta.

Ahí, al menos 30 pacientes y 20 médicos y enfermeras caminan con dificultad entre las pocas áreas que quedan libres; chocan entre ellos, consultan listas de pacientes, preguntan por insumos, “¿dónde están los chupones?”, “¿Y los guantes?”, “¿Ya desocuparon la silla de ruedas?”, cuestionan.

Se nota a simple vista que esta es un área de urgencias improvisada debido a la pandemia, pues el Antiguo Hospital General de Querétaro lleva casi un año convertido en un área exclusiva para atender a pacientes Covid.

“¡Qué bueno que nos cambiaremos al nuevo hospital!”
“¡Qué bueno que nos cambiaremos al nuevo hospital!”

Sin embargo, aunque la atención de urgencias es la habitual, este lunes 8 de marzo el personal de salud tiene una carga de trabajo extra, pues deben trasladar a los pacientes hacia el área de emergencias del Nuevo Hospital General, inaugurado el pasado 26 de febrero.

“¡Qué bueno que ya vamos a cambiarnos para allá!, de verdad aquí ya no cabemos, urge. Así como está la sala de urgencias ahorita, así está todo el tiempo, sea de día o de noche”, piensa en voz alta una de las trabajadoras sociales del nosocomio, quien se encarga de enlistar a los pacientes que dentro de unos minutos serán trasladados al nuevo hospital, que tan sólo en la sala de urgencias tiene 50 camas disponibles.

“¡El primero es Alejandro Molina!”, dice en voz alta el médico a cargo de los traslados, entonces un grupo de enfermeras rodea la cama del paciente; revisa que no le falte nada: oxígeno, suero y demás medicamentos necesarios, echan a andar la camilla y entregan al paciente a los paramédicos del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), quienes se encargan del traslado.

“Adiós, don Alejandro, ya va a estrenar nueva casa”, dicen los doctores para levantar el ánimo de los pacientes, que soportan, unos más que otros, las molestias propias de un traslado en ambulancia.

Algunos pacientes se toman toda esta situación con humor y levantan los brazos para decir adiós a las enfermeras. El gesto siempre es correspondido por el personal de salud.

“¡Qué bueno que nos cambiaremos al nuevo hospital!”
“¡Qué bueno que nos cambiaremos al nuevo hospital!”

Una vez en el vehículo de emergencia, Evelyn, paramédico del CRUM, viaja con el paciente en la parte trasera, durante el camino revisa signos vitales, pregunta por enfermedades crónicas, pregunta también si tiene algún dolor o si tiene necesidad de ir al baño.

El traslado desde el Hospital del Niño y la Mujer hacia el Nuevo Hospital General es de apenas 15 minutos si no hay tráfico.

Miguel, igualmente paramédico del CRUM, es el encargado de la ambulancia y por eso conduce la misma.

“Hoy es mi día de descanso, se supone, pero hay mucho trabajo, por eso me tocó trabajar y apoyar con los traslados”, comenta el profesional de la salud, que espera terminar lo antes posible la jornada diaria, para descansar unas horas antes de volver a su turno.

Los paramédicos a cargo del traslado acompañan al paciente hasta que se instala por completo en su nueva camilla.

Una vez que los pacientes están en sus nuevas áreas, los doctores les revisan nuevamente signos vitales y les preguntan por alguna dolencia; después de unos minutos, los pacientes se encuentran nuevamente en calma, luego del ajetreo matutino por cambiar de nosocomio.

Ya en el Nuevo Hospital General, las condiciones de la sala de urgencias son muy distintas, pues cada persona cuenta con más espacio y privacidad, así como los doctores y enfermeras tienen un espacio más amplio de trabajo.

En el nosocomio, el secretario de Salud estatal, Julio Cesar Ramírez Arguello, supervisa la llegada de los pacientes.

Entonces, los paramédicos del CRUM se cercioran de que su paciente se encuentre correctamente instalado, y se retiran del lugar para iniciar un nuevo traslado desde el Hospital del Niño y la Mujer.

“¡Qué bueno que nos cambiaremos al nuevo hospital!”
“¡Qué bueno que nos cambiaremos al nuevo hospital!”

Además de los traslados realizados, la Secretaría de Salud informó que el área de urgencias entrará completamente en funciones a partir de este lunes 8 de marzo.

No obstante, para recibir consulta en el nuevo nosocomio, las personas tendrán que acudir previamente al módulo instalado en la entrada principal del hospital, donde les realizarán pruebas para detectar posibles infecciones respiratorias.

Si estas pruebas resultan negativas, inmediatamente pasan a consulta, de ser positivas, deberán acudir al antiguo Hospital General, convertido en hospital Covid.

Nuevo Hospital para 2 millones de habitantes

El Nuevo Hospital General fue inaugurado el pasado 26 de febrero por el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, y el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

La inversión global del nuevo nosocomio, entre las más de 4 hectáreas de terreno, construcción y equipamiento, es de mil 400 millones de pesos.

En este hospital se emplearán a más de mil personas, entre médicos, enfermeras y personal de administración.

El nuevo nosocomio cuenta con cinco niveles, en él se alojan el Centro Estatal de Transfusión Sanguínea, areas de urgencia, imagenología, farmacia, laboratorio, archivo y servicios generales; también cuenta con áreas de consulta externa, cirugía, hospitalización, endoscopia, quimioterapia, Unidad de cuidados intensivos, hemodiálisis y diálisis, inhaloterapia y epidemiología, entre otras.

En su inmobiliario se cuenta con 120 camas censables, 32 consultorios, 16 camas de terapia intensiva y 11 salas de cirugía.

El Nuevo Hospital General ampliará la cobertura sanitaria en el estado, pues beneficiará a más de 2 millones de habitantes,no sólo de Querétaro, sino de las regiones vecinas, pues cuenta con una ubicación estratégica, al estar conectado a través de la autopista Celaya-Guanajuato.

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