La tercera ola de la pandemia por Covid-19 podría prolongarse hasta febrero del 2022 si no logra contenerse en los próximos dos meses, pues se ligaría con las festividades de fin de año, época de gran movilidad social, dijo el vocero organizacional, Rafael López González.
En el mensaje de este jueves, el funcionario explicó que el estado de Querétaro no puede ser ajeno al contexto nacional, que registra más de un mes de incremento constante de casos nuevos de Covid, de hospitalizaciones y defunciones.
Sin embargo, recordó que el entrenamiento social, aunado a la vacunación anti-Covid son la clave para ayudar a contener la pandemia; de lo contrario, se harán necesarios nuevos cierres que tendrán repercusiones en la economía.
La prolongación de la tercera oleada será consecuencia del desborde del fenómeno “que nos llevará a tener que encerrarnos nuevamente, cerrar la economía y olvidarnos del retorno a clases, pues el pico de la tercera ola podría presentarse a mediados de septiembre, ligarse con diciembre y extenderse hasta febrero 2022 ¿te imaginas vivir nuevamente una pesadilla por seis meses?”, mencionó el vocero.
Pidió a la sociedad queretana enfocarse en lograr un retorno gradual y ordenado a clases, así como la recuperación económica, siempre que la pandemia esté contenida y se mantenga dentro de los parámetros de escenarios que permiten la movilidad.
“Para lograr esas metas dentro de la mecánica causa-efecto es haciendo sacrificios tales como la cancelación de nuestras vacaciones, pausar y espaciar nuestras reuniones y encuentros, y permanecer en casa el mayor tiempo posible; otra opción es continuar impasibles, como muchos hasta ahora, solo viendo pasar el fenómeno y jugando el papel de meros espectadores que llevará a un nuevo encierro”, dijo.
Reiteró la invitación a que se cancelen eventos y reuniones de forma voluntaria, de lo contrario, si no se logra disminuir los indicadores tendrán que ser obligatorios a través de nuevas medidas restrictivas.
A un año y medio del inicio de la pandemia, pidió nuevos actos de reflexión y autocrítica, y delinear nuevamente las estrategias que nos permitan realizar actividades con menores riesgos de contagio.
