Aún no es momento para que el estado cambie a color naranja en el semáforo epidemiológico de riesgo por Covid-19, consideró la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, quien reconoció la necesidad de reactivar la economía, pero hay actividades que propiciarán la convivencia social.

La rectora explicó que la apertura de negocios pudo hacerse desde antes, principalmente para los micro y pequeños comercios; sin embargo, abrir templos, albercas, spas o gimnasios no abonarán a mantener el distanciamiento social aun cuando se restrinja el aforo.

“En mi opinión no es momento de ver a Querétaro en color naranja, no nos apresuremos; la situación es delicada y podemos perder lo poco que se ha ganado”, dijo.

Reiteró que es importante y adecuado que se generen estrategias de gradualidad para los comercios, misma que pudo empezarse desde antes, pero no se les calificó de esenciales como pasó con la industria.

Ahora lo importante es que las autoridades sigan promoviendo estrategias y campañas suficientes para que la ciudadanía acate las medidas sanitarias.

Puso como ejemplo lo que sucede en China, país en donde comenzó la pandemia, y que en algunas regiones regresó al confinamiento social ante la aparición de nuevos casos y el riesgo de rebrotes.

Pidió mesura a la ciudadanía y entender que la emergencia sanitaria no ha terminado, y por ello no deben relajar las medidas u ocupar de forma indiscriminada el espacio público; advirtió que el retorno, parcial de algunas actividades a partir del 17 de junio implica un riesgo de más contagios.

Esto también podría implicar el cambio en la curva epidemiológica en las proyecciones para siguientes semanas, y retrasar aún más el retorno seguro a actividades como las escolares.

Más pruebas

Teresa García reiteró la necesidad de ampliar el espectro de aplicación de pruebas, a fin de tener un panorama más preciso de cómo está evolucionando la pandemia en Querétaro.

En el estado, y con base en las instrucciones de la federación, se toma muestra a uno de cada 10 pacientes que acuden a las clínicas de salud y cuyos casos son leves; al 100% de personal de salud con síntomas, y 100% de pacientes que requieren hospitalización también se les aplica pruebas.

“Siempre fue necesario hacer más pruebas, aunque fueran pruebas de tamizajes, con la sensibilidad suficiente para tener un panorama mucho más real, yo creo que estamos necesitando incentivar ese tipo de acciones, entre más información tengamos disponible, mejores decisiones vamos a tomar”, señaló.

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