“Estamos en guerra frente al Covid-19 en donde todos los días estamos muriendo” afirmó el vocero organizacional de Querétaro, Rafael López González, y agregó que la mejor arma para combatir la pandemia es la organización social colectiva.

“Covid-19 no es un juego, es una guerra en la que todos los días estamos muriendo. No hay un ejército más poderoso, ni una solución más eficaz, que una población organizada que cuente con información y visibilidad, una población en la que seguiremos confiando siempre”, indicó en el mensaje de este lunes.

Según con los datos de la Secretaría de Salud del estado, enero ha sido -hasta ahora- el mes más letal de la pandemia, con un aumento de 45.4% de nuevos casos con respecto del mes anterior, pero con 92.8% más fallecimientos al pasar de 471 mueres en diciembre a 908 enero.

Si enero se compara con noviembre, el aumento de casos fue de 72.6%, pero las muertes incrementaron en 208.8%.

Los números también indican que, en el primer mes del año, murió una persona cada 50 minutos, con un promedio diario de 29.3 decesos cuando en diciembre fueron 15.2 al día.

“Las reuniones por fiestas decembrinas no dejaron un saldo blanco, arrojaron casi mil defunciones, mientras que la ocupación hospitalaria también alcanzó su pico máximo con un promedio de 60% durante los últimos 15 días, de acuerdo con la red de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG)”, indican.

Al comparar los datos de enero con el mes de junio de 2020, dijo que hubo un crecimiento exponencial de casi el triple para enero; en junio hubo promedios de ocupación hospitalaria de 146 personas, el tiempo de estancia en hospital era de cinco a siete días promedio y el sistema de salud sólo recibía un paciente nuevo cada día, en enero estas cifras aumentaron a 578 camas ocupadas, 14 o más días de hospitalización y cinco pacientes nuevos por día.

Explicó que a través de las estadísticas se sabe que el fenómeno crece 0.5%, lo cual permite realizar proyecciones, aplicar medidas y llamar la atención de la población; sin embargo, si el crecimiento se acelera y llega hasta el 2%, “todas las alarmas se prenderían”, y tardarían hasta tres semanas en estabilizar el contagio aun con un regreso al confinamiento total.

Ante las fiestas de febrero, el vocero reiteró el llamado para no salir de casa si no se tiene una actividad esencial y evitar fiestas como la Candelaria, reuniones por el Super Bowl o el Día del Amor y la Amistad.

“Hay que evitar reuniones, convivios y celebraciones en fechas próximas; cada fecha especial, como las anteriores, tiene un impacto de 24% a 37% en el crecimiento de la enfermedad (…) por más que el gobierno imponga medidas o cancele fiestas “es a través de la acción colectiva, como podemos detener esto”, conminó.

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