Son tres religiosos para los cuales la Diócesis de Querétaro busca la beatificación: la madre Eugenia González Lafón, la madre Clemencia Borja Taboada y el canónigo Salvador Septién Uribe, informó el vicario general, Martín Lara Becerril.

La beatificación es un primer paso que puede llevar a la posterior santificación, de tal forma que podrían llegar a ser reconocidos como los tres primeros santos queretanos.

“Tenemos a Fray Junípero Serra, que ejerció él aquí su apostolado en la Sierra Gorda, aunque murió en Carmel, en Estados Unidos, sin embargo, nosotros decimos que Junípero Serra es un santo con olor y sabor queretano”, expuso.

La más reciente de las solicitudes se inició este mes: reunir y presentar el expediente para la beatificación de Salvador Septién Uribe para enviarlo a El Vaticano, tarea que se le encomendó al presbítero Francisco Fernando Gavidia Arteaga, párroco del Sagrado Corazón de Jesús y cronista de la diócesis.

El proceso de Eugenia González Lafón, fundadora de las Hermanas Catequistas de María Santísima, se encomendó a madre Raquel Piña, de su congregación; el de la madre Clemencia Borja Taboada, fundadora de las Misioneras Marianas, está en manos de una religiosa de su congregación.

Salvador Septién Uribe

El también vocero de la diócesis indicó que el reconocimiento para Salvador Septién Uribe se busca derivado de los milagros que le fueron atribuidos por fieles durante su vida.

Si la Santa Sede acepta iniciar la investigación, desde ese momento al clérigo queretano se le reconocerá como “siervo de Dios”; un siguiente paso sería la beatificación y de ahí se podría lograr la santificación.

Salvador Septién Uribe murió en enero de 1978 y la búsqueda de su beatificación la instruyó este mes el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza.

Lara Becerril ahondó que Gavidia Arteaga deberá integrar en el expediente todas aquellas pruebas y voces que se han generado en torno a Septién Uribe, para que de manera crítica sean estudiadas en El Vaticano.

“Murió, como decimos en la Iglesia, con fama de santidad y cuando una persona muere con fama de santidad, poco a poco el sentido de los fieles va creciendo y se va haciendo grande… todavía hay mucha gente que lo conoció, que lo recuerda y que da testimonio de que recibió un beneficio espiritual de parte de él”, declaró Lara Becerril.

Entre los testimonios se encuentra que curó personas, que hubo quienes lo vieron en lugares diferentes en un mismo momento, lo que se conoce como el “don de la bilocación”; también hay quienes dicen haberlo visto caminar levitando.

Al escuchar a esos fieles fue que el obispo instruyó que se busque obtener de Roma la beatificaciónde Septién.

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