Los 32 residentes del asilo San Sebastián llevan aislados todo un año para evitar contagiarse del Covid-19. Es probable que la vacuna les sea aplicada la próxima semana; sin embargo, según las indicaciones de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y del Bienestar, los adultos mayores tendrían que salir de la casa hogar para trasladarse a un centro de vacunación.
Al respecto, Elizabeth Ugalde, directora operativa del asilo, señala que sacar a los residentes de la casa para la aplicación de la vacuna sería un error, pues los expondrían al contagio, por lo que pide a las autoridades que conforman las Brigadas Correcaminos, en Querétaro, que consideren la aplicación de la vacuna en instalaciones de San Sebastián.
“Las indicaciones que nos dan son muy confusas, nos dicen que sólo vendrán a vacunar al asilo a las personas que estén postradas, y que los demás abuelos deben salir hasta uno de los centros de vacunación. Me parece absurdo, si de todas formas van a venir al asilo para vacunar a unos cuantos, ¿por qué no vacunarlos a todos aquí en el asilo?.
“La mayoría de los asilados están postrados, y la mayoría de los que pueden caminar tienen demencia, tenemos adultos de hasta 106 años, movilizarlos fuera del asilo traería muchas dificultades para nosotros, porque es una gran responsabilidad y no somos suficientes para hacerlo. Pediría que consideren aplicar todas las vacunas aquí mismo en el asilo. Si no, ¿de qué sirve que nos mantengamos aislados durante un año?”, cuestiona.
Ugalde dice que de los 32 residentes en el asilo, siete podrían salir por su propio pie hacia el centro de vacunación.
“Las personas con demencia necesitan otro tipo de cuidados, cambio de pañales y demás, necesitaríamos un espacio para hacerlo, sería muy difícil. Nos preocupa mucho”.
Otro aspecto que le preocupa es que por el momento no se contempla la vacunación para el personal que trabaja en el asilo, lo que considera que también debería hacerse para mantener la salud de los adultos mayores: “Hemos sabido que en otros asilos, por ejemplo, en Corregidora, sí se ha vacunado al personal que trabaja en el asilo, pero a nosotros no nos contemplan, es muy rara toda esta organización”.
San Sebastián mantiene sus puertas cerradas al público desde hace un año, cuando los primeros casos de Covid se registraron en Querétaro. Desde entonces los residentes se han privado de convivios y de las visitas de sus familiares.
